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Los tubos del trasvase Tajo-Segura pasarán su primera «ITV» en 36 años

La Confederación Hidrográfica invertirá un millón de euros en radiografiar la conducción de acero para alargar su vida útil, algo que nadie conoce a ciencia cierta

Los tubos del trasvase Tajo-Segura pasarán su primera «ITV» en 36 años

Los tubos del trasvase Tajo-Segura, por los que pasan más de 200 hectómetros cúbicos cada año -aunque han llegado a transportar 600-, dan de beber a 36 municipios alicantinos y riegan 1.200 hectáreas, se someterán en 2015 a su primera inspección al cabo de 36 años y sin más objeto que alargar al máximo su vida útil, algo que no es fácil de determinar. Rafael Belchí, el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), recuerda que en estos siete lustros no se ha roto ni uno de los tubos de acero de cien metros, soldados por tramos de 20 y unidos entre sí mediantes unas juntas de resina, de entre 0 a 3 centímetros, que son su único quebradero de cabeza porque por ahí llegan las fugas, que son muy espectaculares por la presión con la que circula el agua. Belchí pone pausa en estos dos últimos incidentes: «Los tubos tienen un mantenimiento correcto y periódico que no garantiza que pocos días o semanas después se produzca una rotura, una holgura, una contracción o una dilatación o un simple fallo. Es perfectamente factible. El trasvase tiene más de 300 kilómetros desde los embalses de cabecera del Tajo y el 'sifón de Orihuela' es uno de los lugares más complejos por la presión, se sitúa entre dos cadenas montañosas camino del embalse de La Pedrera y con bruscos cambio de temperaturas». El directivo asegura que las averías son normales en cualquier estructura, «como en un coche. El tubo no es completamente estanco ni rígido. Sería imposible y, como las carreteras, necesita sus juntas de dilatación. Éstas no son el punto débil. Los equipos electromecánicos, que se cambian cada pocos años; las compuertas, que se oxidan, decantas, tienen holguras,... Todo ello y sus reparaciones va en la factura cada año del trasvase, como su amortización» que, como ya publicó INFORMACIÓN, se seguirá pagando por 20 años. «¿Cuánto puede mantenerse esta estructura? Eso es difícil de saber, 50,... 75 años. El objetivo es que sea el mayor», agregó.

Belchí aseguró que un objeto prioritario de la CHS es incluir en los presupuestos de licitación para 2015 esta «ITV» que saldría a concurso y que no sólo tendría como objeto ver el estado de conservación mediante radiografía de los tubos. También de los soportes de hormigón que hay colocados cada 24 metros y del resto de maquinaria. Belchí recordó que la infraestructura se hizo con una enorme previsión al punto de que, aunque cuenta con dos tubos, con uno sería más que suficiente para llevar toda el agua necesaria del trasvase; de hecho, el segundo es una garantía ante cualquier posible accidente. «Los ciudadanos no saben que del 1 de octubre al 20 de noviembre el trasvase no ha enviado ni una gota porque se estaban realizando reparaciones en Castilla-La Mancha, aunque lo normal es que el suministro sea continuo».

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