Continuar recuperando el rico patrimonio que se integra en la Catedral de Orihuela para poner en valor las piezas que forman parte del que sin duda es uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad. El presidente del Cabildo Catedralicio, el dean José Antonio Gea, presentó ayer el resultado de la restauración de una colección de obras de un valor incalculable que gracias a la habilidad de la restauradora Pilar Vallalta han recuperado todo su esplendor. Se trata de tres bustos que contienen reliquias de San Antero, San Esteban y San Víctor y que se integran en el gran relicario de la sacristía de la catedral, un cristo crucificado que data del siglo XVII y que se ubica en el altar mayor del templo y la sala-vestidor de los canónigos; tres procesos de restauración que han permitido conocer un poco más la historia del arte sacro oriolano.

La restauradora explicó que los tres relicarios datan del siglo XVII, contienen fragmentos de los cráneos de los citados santos, y gracias al trabajo de restauraciones e han recuperado detalles que hasta ahora pasaban desapercibidos. Las tres piezas han sido estudiadas por el equipo del Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela, en colaboración con investigadores del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia.

En cuanto al Cristo Crucificado se ha recuperado la policromía de la escultura y se han reparado dos fracturas del brazo y la rodilla de la pieza. En el vestidor de los canónigos se ha recuperado el pavimento original de lajas de piedra, los armarios, los muros y paramentos, todo ello del siglo XVIII.

José Antonio Gea destacó la importancia de ir poco a poco recuperando las estancias y piezas históricas de la Catedral, y dijo que esperan seguir desarrollando esta labor como hasta ahora, atendiendo primero las necesidades de las familias necesitadas a través de Cáritas y seguir ocupándose del patrimonio como hasta ahora, «con poco dinero, mucha ilusión y gracias a la ayuda de voluntarios».