Más de 200 funcionarios acudieron ayer a una asamblea en La Lonja para saber a qué atenerse con los cambios que ha impuesto el nuevo interventor, Fernando Urruticoechea, que desde su llegada ha puesto reparos al pago de todas las nóminas, al punto de obligar al equipo de gobierno a buscar a otros técnicos de la casa para levantarlos y, de este modo, poder pagar sueldos. La situación llegó a un punto crítico el jueves cuando desde el área de Recursos Humanos se le dijo al alcalde que no estaban dispuestos a mantener esta situación de constantes informes contra el técnico.

A esta situación se sumó el hecho de que Urruticoechea plantea un reparo suspensivo al pago de la nómina de los más de 200 interinos que hay en el Ayuntamiento de Orihuela (650 trabajadores) y plantea quitar productividades que no responde a la finalidad porque se cobran desde hace años por las mismas personas sin que a día de hoy forme parte de su salario.

Antes de acudir al encuentro con los trabajadores, que tuvo que organizarse por el propio concejal de Recursos Humanos, Víctor Ruiz, para no paralizar el Ayuntamiento porque la cita era a las 13.30 horas, el equipo de gobierno desbloqueó el pago de los emolumentos de este mes, lo que calmó la situación, gracias a un nuevo contrainforme. Los sindicatos consiguieron ayer un compromiso de la asamblea para iniciar movilizaciones para el caso de que los encuentros que van a tener a partir de ahora con todos los grupos municipales no lleguen a buen puerto. Según los sindicatos, el equipo de gobierno se comprometió a que no habrá despedidos de interinos y a seguir levantando los reparos -si se siguen produciendo- del técnico de quien depende que el dinero salga de las arcas municipales. Pero lo que pretenden los sindicatos es un acuerdo y compromiso de todos los partidos políticos para que al menos se pongan de acuerdo en los plenos en una cosa: en garantizar o recuperar derechos que han perdido desde la llegada del técnico y que ahora precisan de un entente plenario.