El Partido Popular (PP) de Orihuela volvió a desafiar ayer al presidente regional, Alberto Fabra, al negarse a modificar una moción en el pleno para incluir una declaración en la que se instara a los comités electorales de todos los partidos que se presenten en el municipio a no incluir en sus listas a imputados. La orden había partido de la propia secretaria general, Isabel Bonig, y llegó el martes por escrito a la presidenta local, Pepa Ferrando, a la sazón principal aspirante a encabezar en 2015 la lista electoral popular, pero no se cumplió. El concejal Dámaso Aparicio, a quien le tocó el argumentario, se limitó a realizar una declaración de intenciones «in voce» pero no a incluirla en el documento que se aprobó y en el que únicamente se insta a elevar al Gobierno la puesta en marcha de una iniciativa en este sentido, pero nada más. Un portavoz de la dirección del PP aseguró que a última hora de la tarde aún intentaban localizar a Ferrando para pedirle explicaciones pero que no les atendía; mientras INFORMACIÓN solicitaba también ayer a la presidenta local alguna declaración pero ésta la declinaba amablemente. Las decisiones se adoptaran hoy por la dirección regional y pasan por la apertura de un expediente disciplinario o, en el peor de los casos, por nombrar una gestora habida cuenta que el PP de Orihuela hace oídos sordos a las directrices de su presidente regional, Alberto Fabra, algo que no es nuevo. De hecho, el pasado verano el PP de Orihuela ya desobedeció a la dirección provincial al intentar que Mónica Lorente encabezara una moción de censura (entonces con el apoyo de Bob Houliston y Asun Mayoral) estando imputada -en una maniobra que paró el edil Antonio Rodríguez Barberá al negarse a estampar su firma en la notaría- y obligando al propio Fabra a tener que poner paños calientes en una de las agrupaciones más importantes del partido en la Comunidad... tanto que dicen ser el partido en Orihuela y no entender de directrices, con lo que terminó por desacreditar a José Císcar. Lo de ayer, en mitad de una sesión plenaria, con luz y taquígrafos, no hace más que tensar una débil cuerda, máxime si se tiene en cuenta que en Orihuela siete de los doce concejales del PP están imputados por delitos de supuesta corrupción derivados de su gestión la pasada legislatura, y la mayoría, por denuncias del PSOE. A pesar de ello, todos se negaron ayer con sus votos a mano alzada a que quedara por escrito aquello que les pedía su partido: que en 2015 ninguno podrá ser concejal de mantenerse sus imputaciones. El PP de Orihuela, una vez más, desafía a la dirección regional, algo de la que ni siquiera fue capaz la poderosa alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que no discutió la directriz hace poco más de un mes y votó a favor de una propuesta similar que la echará a la calle en 2015.
Antecedente
Toda esta situación que se vivió ayer se fraguó a raíz de una moción presentada al pleno por la edil no adscrita Asun Mayoral hace unos días. El martes, en comisión informativa, el PP (con el respaldo de los dos ediles de CLr-Claro, Pedro Mancebo y Juan Ignacio López-Bas) decidieron enmendarla a la totalidad; es decir, darle la vuelta y cambiarla por una más liviana en la cual sólo se instaba al gobierno a legislar al respecto de los imputados.
Horas más tarde, el mismo martes, la dirección del PP por escrito pidieron a Ferrando que esa enmienda volviera prácticamente a sus orígenes; es decir, que el PP de Orihuela se aplicara esa vacuna de que en 2015 su lista no tendría imputados, pero al final el pleno fue un calco de la comisión. Primeramente el PP y CLr tumbaron la moción de Mayoral y, más tarde, votaron la suya pero sin incluir aquello que le había pedido por el partido. Eso sí, Aparicio hizo referencia a que seguirían las directrices y recordó que estas eran claras, pero no modificaron el texto. Por su parte, el concejal López-Bas, adujo para apoyar al PP, que ellos no son quienes para decirle al resto de partidos qué deben hacer y aseguró que, al final, los ciudadanos son los que tienen la palabra, con sus votos, para decidir qué está bien o qué está mal.
Reproches
Lo demás de la sesión volvió a ser una sarta de reproches políticos con algunas andanadas dignas de recordar. Así, la presidenta popular tuvo que escuchar al socialista Víctor Ruiz la siguiente frase: «Señora Ferrando, repita conmigo: 'La corrupción es mala'»; Asun Mayoral le espetó al PP que «con aptitudes así se alejan ustedes de los ciudadanos, sólo les interesa la supervivencia política»; a Manuel Gallud decir: «Ustedes dicen que su presidenta, que está imputada, es la mejor candidata. Eso, señor Aparicio, eso es un ejercicio de higiene política»; y López-Bas o Aparicio defenderse con que todo aquello era «Un ejercicio de talibanismo político» o un «para ustedes los imputados del PSOE son presuntos inocentes y los del PP corruptos condenados».
