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Orihuela

Las obras del Ave que iban a salir gratis costarán 5,9 millones de euros

El convenio que lleva un año en Fomento estipula que 2,5 millones de euros son por construir un techo pisable y los tres pasos, mientras que la ampliación incluida por el bipartito supone otros 3,4 millones

Las obras del tren de Alta Velocidad Española (Ave) a su paso por Orihuela Alta Velocidad Española Orihuela se adjudicaron el 3 de febrero de 2009 y casi seis años más tarde y cuando están a punto de concluir los trabajos -El Administrador de Infraestructuras (Adif) asegura que en el primer cuatrimestre de 2015- Orihuela sigue sin firmar el convenio que delimite las ventajas y las contraprestaciones que supondrá el soterramiento parcial o qué mejoras se incluyen y a qué coste. Lo curioso del caso es que en 2009, cuando se comenzó a negociar, el entonces concejal de Urbanismo, Antonio Rodríguez Barberá (PP), y la que era alcaldesa, Mónica Lorente (PP), aseguraron que saldrían a coste cero y que ese era el compromiso que tenía que firmarse en un convenio que por mor de las elecciones fue retrasándose hasta 2011 y de ahí, con nuevas negociaciones y mejoras, hasta ahora.

INFORMACIÓN solicitó en septiembre aclaración a Adif sobre cómo era posible que las obras estén a punto de acabarse sin firmarse el convenio en el que tiene que estipularse en qué consisten las obras y qué mejoras se introducen. Al cabo de este tiempo no ha contestado; mientras, el concejal de Urbanismo, Antonio Zapata (PSOE), actual alcalde en funciones, lleva meses reiterando que el convenio está a la firma y en Madrid y ellos solo esperan.

Lo único cierto y verdad es que a los oriolanos, de un modo y otro, las obras del Ave le van a suponer una cifra de 5,9 millones de euros si se cumplen las estipulaciones del famoso convenio porque una parte esta garantizada: los tres pasos y la losa que deja soterrado el tren, lo que fue un duro caballo de batalla durante meses la pasada legislatura entre un gobierno socialista y un Ayuntamiento del PP. De hecho, en el convenio, estos trabajos que se acordaron la pasada legislatura se tasan en 2,5 millones de euros que, técnicamente, se compensarán con una cesión a Adif de 5.000 metros de edificabilidad. Es decir, la mercantil podrá venderlos a promotores o constructores para levantar más casas o alturas en una serie de sectores urbanísticos. Lo que no se había dicho hasta ahora es que el Ayuntamiento, cuando se firme el convenio, tiene que poner un aval por esa cuantía para, supuestamente, dar garantías a la operación. Siempre según el documento pendiente de firma, para el supuesto caso de que no se dé esa edificabilidad se entregaría como compensación un terreno público por ese valor, para lo cual será preciso una tasación oficial. Y si transcurrieran tres años sin acuerdo el municipio perdería ese aval. Es decir, que Orihuela perdería el dinero.

Mejoras

Pero el principal problema surge con las mejoras introducidas, que son el cuarto paso que se convirtió a comienzos de legislatura en un choque de trenes -nunca mejor dicho- entre Zapata y el edil liberal Pedro Mancebo, precisamente, por su elevado coste.

Según recoge el convenio, este, en la confluencia de las calles Temístocles Almagro en dirección a la carretera de Bigastro, vale 2,2 millones de euros que, sumados a la urbanización de la losa (un millón de euros), más gastos de proyecto y demás suman esos 3,4 millones que aún hay que saber cómo quiere pagar Orihuela y en qué condiciones.

De entrada, Adif ha exigido al Ayuntamiento un informe que garantice que tiene disponibilidad presupuestaria para pagarle cuando acabe y lo único que está claro en estos momentos es que no existe partida y, lo que es más grave -como se ha encargado de repetir el bipartito- tampoco tiene previsto presentar presupuestos este año, con lo cual difícilmente se podrá realizar esa certificación que permita al municipio garantizar el pago del encargo, algo que se le permitiría hacer por Adif hasta en dos anualidades del presupuesto.

El Ayuntamiento, curiosamente, podría haber destinado parte de los 4,6 millones de euros que anuncia que va a gastarse de aquí a final de legislatura en pagar parte de este proyecto que, al fin y al cabo, es suyo, no es del Partido Popular, aunque entre las distintas partidas publicadas no aparece ni un solo euro. Además se da otra circunstancia y es que tampoco está claro a día de hoy que ese dinero procedente de la venta de parcelas en la costa se pueda ni tan siquiera convertir en inversiones porque no existe un informe que lo permita y el mismo deberá estar redactado antes de acabar el año, cuando el alcalde firme la prórroga de los presupuestos con un aval preceptivo y previo del interventor que valide y justifique que por tercer año consecutivo se puede adoptar una decisión tan polémica en un Ayuntamiento sujeto a un Plan de Ajuste y con una deuda de más de 48 millones de euros.

Nunca

Ante esta situación,podría darse el caso, incluso, que nunca se realizara ni este paso adicional ni la urbanización de la losa, que es lo que Orihuela pretende llevar a cabo para «crecer» al otro lado de las actuales vías del ferrocarril -y que es lo que se dibuja en el futuro PGOU- para que el Ave no se convierta en un muro porque tiene que acometerse por la propia mercantil pero con cargo a las arcas públicas y en un plazo muy corto tras la firma del acuerdo, aunque más prisas que por ello tendrán que dárselas por el hecho de que los trabajos estén en su recta final y el tren no vaya a esperar.

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