La decisión del concejal Bob Houliston (del Partido de la Costa, Claro) el 3 de enero como presidente de la mesa de edad, impidiendo que se votara la moción de censura que hubiera hecho alcaldesa a Pepa Ferrando (PP) con el respaldo de los concejales Pedro Mancebo y Juan Ignacio López-Bas y echando de la Alcaldía al bipartito (PSOE y Los Verdes), tuvo un precio que ahora se ha sabido: nada. Ayer la formación hizo público un duro comunicado en el que acusa al equipo de gobierno que mantuvo en el Ayuntamiento oriolano de «estafa», «infamia» o «engaño» después de comprobar que los 50.000 vecinos que viven en el litoral (el dato oficial es de 33.000) no van a recibir ni de lejos el 40% de las inversiones que el alcalde Monserrate Guillén (Los Verdes) prometió en 2012. Lo curioso del caso es que las promesas de inversión del equipo de gobierno hace, por valor de 4,6 millones de euros, proceden precisamente del «amasado», dicen, de la venta de suelo en el litoral para permitir la construcción de más viviendas.
El principal caballo de batalla desde hace años en la costa es la construcción de un centro cívico que sirva de impulso a iniciativas sociales y culturales, algo que no aparece en los presupuestos. «Los numerosos grupos sociales que se desenvuelven por Orihuela Costa van a seguir deambulando penosamente por bares y restaurantes y en algunos casos teniendo que alquilar locales para poder seguir desarrollando su labor», aseguran en el comunicado, en el que recuerdan que «el no realizar un centro cívico con teatro o auditorio supone que Orihuela Costa continuará siendo marginada en referencia a los cerca de mil eventos culturales de todo tipo que se realizan en el municipio, financiados por el gobierno municipal y que equivalen a un millón de euros al año».
En otro párrafo critican que sí haya 900.000 euros para el centro cívico de La Aparecida, con 3.000 vecinos. «Esto es un descarado engaño a los vecinos. La moraleja de esta historia, como tantos episodios similares, es que Orihuela Costa vuelve a ser la gran desplazada en materia de presupuesto e inversiones, y por ello no se puede confiar en los partidos políticos con sede en Orihuela. No tienen ninguna consideración para la costa y siguen sin intención de corregir las deficiencias históricas en servicios e infraestructuras».
