«El centro de Torrevieja no puede seguir viviendo de espaldas al mar», aseguró ayer el alcalde Eduardo Dolón (PP) para presentar la propuesta de remodelación de los casi 100.000 m2 del recinto portuario, conocido popularmente como el «relleno» y en la que, dijo, se ha estado trabajando en los últimos tres años. El objetivo, nunca antes de las elecciones municipales, es que se convierta en un espacio permeable con el casco urbano, de ocio, que complemente la oferta que ya ofrece el casco urbano. Esta superficie, dominio público competencia de la Generalitat, rodea a la bahía aunque un vallado la separa del casco urbano desde hace décadas. Acoge ahora un aparcamiento al aire libre, la feria de atracciones, la actividad de la flota pesquera y su lonja y zonas degradadas y sin urbanizar.

La propuesta se tramitará a través de un plan especial municipal. Dolón, acompañado por el concejal de Urbanismo, Francisco Moreno, apuntó que espera que sea aprobado por el pleno a finales de año, tras la participación pública de colectivos y vecinos y su evaluación ambiental. En el primer trimestre de 2015 la Generalitat, que es quien tiene la última palabra, licitará conjuntamente la redacción del proyecto de ejecución, su construcción y explotación para adjudicarla a una misma empresa. La concesión que se haría por un periodo de hasta 30 años exige al menos poner sobre la mesa una inversión de 30 millones de euros, una tercera parte del coste que se planteaba para el llamativo proyecto que presentó el mandato anterior el entonces alcalde Pedro Hernández y que quedó desierto.

En primera línea, junto al mar, se contempla un paseo perimetral de 20 metros de ancho entre el actual bar La Marina, que se conserva, y la zona de los museos flotantes y Marina Salinas. Sobre los 25.000 m2 de relleno sin urbanizar entre el dique de Levante y los museos flotantes se reubicaría la feria de atracciones además del Museo del Mar y de la Sal, pendiente de construcción desde hace más de una década.

En el área que actualmente ocupa el aparcamiento se construirá uno subterráneo de hasta 600 plazas. La superficie resultante, 25.000 m2, se empleará para instalar el mercadillo de los hippies, con una gran explanada multiusos que se extendería desde la acera en la que se sitúa ahora el restaurante Bahía hasta el mar, con lo que desaparecería el actual paseo de La Libertad, aunque no sus zonas verdes.El nuevo proyecto contempla espacio para celebrar eventos ocasionales como la Feria de Mayo, conciertos y actos festeros. Dolón insistió en que todos los recintos estarían además comunicados por corredores peatonales y amplias zonas verdes y que el proyecto no le cuesta «un euro al pueblo de Torrevieja». La empresa concesionaria será, eso sí, la que disponga de buena parte del suelo para actividades lucrativas.

La reordenación portuaria se completa con la semipeatonalización de varias calles adyacentes a las que ya están adaptadas a los peatones, bajo el concepto de centro comercial abierto. Los viales afectados serían la calle Pedro Lorca hasta Rambla Juan Mateo, María Parodi hasta su confluencia con la calle Ramón Gallud y un tramo de la calle Rambla Juan Mateo, además de Ramón y Cajal, en la antigua zona de los pubs.

Adiós a la lonja

Los dos edificios de la lonja pesquera desaparecerían del paisaje del puerto. El alcalde dijo ayer que no tienen valor patrimonial alguno, ni para darles un uso público, y que además se sitúan en la línea del trazado del paseo perimetral junto a la bahía que se contempla en el plan. La propia actividad pesquera de las flotas de cerco de Torrevieja y otros municipios costeros de Murcia y Almería desaparece de los usos permitidos en el relleno portuario y será reubicada o en el dique de Poniente, donde ya se construyó un muelle con espigón para este uso de reducidas dimensiones, o a continuación del espigón de Marina Salinas. El cambio solo se llevará a cabo cuando las nuevas instalaciones estén preparadas y según Dolón la concesionaria que se haga con la explotación del recinto portuario y no la Generalitat será la que abone su coste con un nuevo recinto para la subasta y una fábrica de hielo.

Instalaciones policiales

Sí se conserva uno de los tres edificios portuarios, el de la aduana, situado frente al Casino para adaptarlo como sede en el centro de la ciudad para de la Policía Local, una actuación que se abordará de forma provisional también antes de que se apruebe la concesión. Frente a las primeras críticas a este planteamiento por parte de APTCe, sobre todo por la indefinición del aprovechamiento hostelero y por la discreta previsión de inversión en contraste con los objetivos planteados, Dolón aseguró que quien «torpedea» el proyecto «no está en contra del equipo de gobierno, está en contra del futuro de Torrevieja» animó a los colectivos y vecinos a colaborar en el proceso de participación pública.