Unos 35 agentes de la policía se concentraron ayer durante al Ayuntamiento aunque, esta vez, sin intervención plenaria. Acudieron de negro. Un grupo de ellos -algunos con un improvisado «clériman» - se arrodilló ante la fachada consistorial. Estos policías retomaban así las protestas iniciadas hace más de un año y paralizadas este verano para solicitar al intendente principal y al alcalde negociar sus condiciones laborales, en especial los turnos de trabajo.