Una enorme parcela situada junto al paraje natural de las Lagunas de Lo Monte, en Pilar de la Horadada, está siendo utilizada desde hace meses como un vertedero de aguas fecales y quemas de podas, según constató ayer INFORMACIÓN, que comprobó la llegada de camiones dedicados a esta actividad, de montones de cenizas y de la presencia de chatarreros que van a recoger el hierro que queda después de quemarse todo. El diario preguntó ayer al Ayuntamiento sobre la existencia de esta parcela, que algunas fuentes sitúan como de propiedad municipal, sin encontrar respuesta a este posible delito medioambiental. Desde el gabinete de Comunicación aseguraron que no sabían nada y que se esperarían a la publicación de esta información. Se da la circunstancia de que muchos de los restos allí depositados son fácilmente identificables como del propio municipio o de algún pueblo vecino pues se trataba de flores de las utilizadas durante las últimas semanas en las ofrendas a la Virgen del Pilar y que están pendientes de estar más secas para poder arder con facilidad. También habían ramos con los restos del papel de alumino que se colocan en las imágenes durante los actos religiosos y de bolsas de plástico que sirven como contenedores a los restos. Teóricamente, todo se quema sin realizar ningún tipo de selección; de hecho, aquello es un vertedero ilegal pero de procedencia municipal.

El humo está presente en toda la parcela a la cual se accede por un camino que hay que conocer porque está prácticamente y sin señalizar y que desemboca en una enorme parcela en la cual se ha realizado una explanación del terreno y levantado los márgenes de forma que desde el exterior es imposible ver la actividad que hay en el interior. No hay nadie para garantizar seguridad alguna pero los montones de cenizas humeantes y los restos de podas pendientes de quemarse están por doquier. Los vecinos, en su mayoría extranjeros, se quejan desde hace mucho tiempo del fuerte olor que desprende la parcela y aseguraron que es fácil encontrar camiones.

Las podas de jardinería se han convertido en la mayoría de municipios de la Vega Baja en un quebradero de cabeza porque el coste de eliminarlas es muy elevado y se tiene que realizar en una empresa especializada pues no se trata de un residuo común. El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Orihuela, Manuel Gallud (Los Verdes), se quejaba hace algunos meses precisamente del hecho de que otros municipios dejaban basura en el suyo a sabiendas que contaba con un servicio especializado y, al mismo tiempo, se ahorraban los costes derivados de la eliminación. Aunque el edil ecologista aseguró que tenía matrículas de vehículos nunca más se probó nada.

Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada renovó el contrato con la basura antes de que este venciera y por diez años, algo que el alcalde, Luis Fidel Ros (PP) vendió como una buena gestión porque suponía un importante ahorro para las arcas públicas. Desde entonces, la oposición critica precisamente el recorte de los servicios (y ponen como ejemplo las podas vegetales) y un sindicato el empeoramiento de las condiciones de trabajo y despidos.