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El bipartito dice no tener solución al vandalismo en la Centuria Romana

La portavoz asegura conocer el problema en la plaza desde comienzo de la legislatura

El bipartito dice no tener solución al vandalismo en la Centuria Romana

«Sabemos desde el inicio de legislatura que los vecinos reclaman mejoras en la Plaza de la Centuria Romana, me consta que ya se reunieron con Guillén hace tres años y estamos trabajando para dar soluciones», así de escueta respondió ayer la portavoz del equipo de gobierno, Carolina Gracia (PSOE), a las denuncias publicadas ayer por INFORMACIÓN y por otros medios, caso de Ser-Orihuela, que reflejaban que el vandalismo, en forma de basura, alcohol o drogas se había vuelto a adueñar de las calles del entorno del casco urbano próximas al río Segura, como denuncian públicamente los presidentes de comunidades reclamando soluciones. Con estas palabras, la portavoz desvió en el alcalde Monserrate Guillén, quien se encuentra de baja desde julio pero que es al mismo tiempo el responsable de la Concejalía de Policía, este asunto. Las declaraciones las efectuó al término de la junta de portavoces donde se volvió a aprobar el pago de facturas y de ayudas como temas más importantes a tenor de lo dicho ayer por la portavoz municipal.

En cualquier caso, la socialista sí admitió que las quejas de los afectados vienen de lejos, pues según reconoció, el equipo de gobierno lleva tres años estudiando soluciones, sin decir nada más. Lo cierto es que la única actuación que se ha llevado a cabo en la zona y en las últimas semanas ha sido la restauración del reloj centenario del antiguo Ayuntamiento de Orihuela, que ha terminado por convertirse en uno completamente nuevo con un coste de más de 16.000 euros para las arcas públicas. La edil, no concretó ningún proyecto ni actuación que se vaya a llevar a cabo en este espacio, al menos a corto plazo, para atender las reclamaciones vecinales que recuerdan que la zona es una de las estampas más habituales de la ciudad.

En cualquier caso, los vecinos insistieron ayer en que los grafitis, los botellones de los más jóvenes casi a diario y el vandalismo forman la estampa habitual en esta plaza oriolana, mientras que no son pocos los residentes que aseguran que la solución sería tan sencilla como aumentar la vigilancia policial para controlar la zona porque ya funcionó en anteriores ocasiones.

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