El traslado del mercadillo semanal de los viernes desde Nueva Torrevieja al nuevo recinto municipal de Delfina Viudes no va a ser nada fácil. Eso es algo que la edil responsable del área Lola Sánchez conoce. Ayer la concejala logró reunir en una misma mesa a seis representantes de la provincia y la comarca de los comerciantes no sedentarios para explicar que se va a contar con ellos a la hora de realizar este cambio. La edil reconoció, que a día de hoy, no sabe cuándo se podrá recepcionar la obra, paralizada por impagos del Consell desde hace un par de semanas, aunque la concejala negó ayer este extremo y dijo que espera que el municipio tenga recepcionada la obra, adjudicada por la Generalitat e iniciada en 2011, antes de que culmine este mandato -mayo de 2015-.

Las peticiones de los comerciantes ambulantes se centran sobre todo en dos aspectos la hora de que el traslado sea eficaz y no derive en grandes pérdidas: que el Ayuntamiento sea capaz de realizar una labor de información y promoción del nuevo emplazamiento durante meses, garantizando una línea de transporte exclusiva y que la ubicación y distribución de los 705 puestos en 5.000 metros lineales de los 88.000 m2 diáfanos del recinto -que sigue sin estar asfaltado- se realice de «forma transparente».

Atractivo turístico

Sobre el primer aspecto la edil explicó que habrá una línea específica de bus y una campaña para informar. Tanto los vendedores como el Ayuntamiento coinciden en que este mercado debe venderse como un atractivo turístico más para la ciudad, además de dotarse con actividades complementarias que permitan que los usuarios no solo acudan a realizar sus compras y que lo perciban como un espacio de ocio, dado que tras una inversión de 5 millones de euros dispone de infraestructura para ello. La actual zona de celebración, enclavada entre un centro de salud y tres colegios, no presenta las condiciones de seguridad, tal y como denuncian los vecinos desde hace años.

La presidenta la Asociación Provincial Autónoma de Vendedores Matilde Hernández pidió que la distribución de los puestos -la alimentación se concentrará en el centro- se realice por sorteo y que no se autoricen más de los 705 que ya se ubican en Nueva Torrevieja. Joaquín Olmeda, presidente de otra de las asociaciones provinciales la secundó para incidir en que ese reparto se realice en una asamblea con todos los convocados presentes para ese sorteo.