El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana publicó ayer una resolución de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente por la que se establece una microrreserva de flora en el paraje de Cala Mosca «debido a la presencia de una importante población de jarilla de cabeza de gato, planta protegida incluida en la categoría de Vulnerable en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en el Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas», según consta en la resolución, cumpliéndose así con el requerimiento que el Ayuntamiento de Orihuela se realizó a la Generalitat hace poco más de un año a propuesta del edil de Medio Ambiente, Manuel Gallud (Los Verdes).

Sin embargo, el ecologista señaló ayer que recurrirá el dictamen de la Generalitat y es que de las 3,51 hectáreas que se solicitó en su momento que pasaran a formar parte de la microrreserva natural, finalmente la Conselleria de Medio Ambiente solo ha reconocido 2,96, por lo que el ecologista considera que «no es suficiente para proteger totalmente la especie amenazada». Desde el Ayuntamiento ya están trabajando para recurrir la decisión de Conselleria, tras conocerse ayer la resolución fechada el 16 de octubre. Según apuntó ayer Gallud, la decisión de no incluir la totalidad del perímetro propuesto inicialmente por el Ayuntamiento corresponde «únicamente a criterios urbanísticos».

Algo, lo de seguir construyendo en primera línea de la playa, a lo que se oponen los vecinos que vieron en la existencia de esta planta endémica una fórmula para garantizar su conservación y, al mismo tiempo, poner freno el avance de la construcción. De hecho, ayer el Partido de la Costa (Claro) se felicitó por esta declaración y recordó que nacieron precisamente como un movimiento vecinal para acabar con la construcción salvaje en el litoral. Para quedarse tranquilos y garantizar que allí no habrá ladrillos, desde el Consistorio insistirán en ampliar la declaración al resto del suelo para evitar que la promotora Gomedio lleve a cabo su proyecto de levantar hasta 1.500 viviendas en lo que se considera el último rincón virgen de la costa de Orihuela.

Consideración

En el escrito presentado por la Concejalía de Medio Ambiente para solicitar la protección de la zona, se ponía en consideración la existencia de más de 5.000 plantas de la popularmente conocida como «Cabeza de Gato». Desde el Ayuntamiento, ya se han tomado medidas para proteger la especie, como la prohibición del paso de vehículos hasta los acantilados de la costa, a excepción de las motos, desde las entradas de Punta Prima y Playa Flamenca. El proyecto de las 1.500 viviendas en Cala Mosca también pondría en peligro, según los ecologistas, la especie de caracol «Tudorella Mauritanica», otra razón más para preservar la zona. A falta de resolver las alegaciones del Ayuntamiento de Orihuela, la Consellería ya prevé iniciar la señalización de la zona y adoptar las medidas necesarias para preservar la especia en el litoral de Cala Mosca.