El inspector-jefe, Luis Lombarte, destacaba ayer en su discurso que la Comisaría es el resultado de un esfuerzo colectivo, «una entrega y dedicación, día a día, que cooperan para la consecución de nuestros objetivos básicos: el mantenimiento de la seguridad ciudadana y la protección del ejercicio de los derechos y libertades de todos los ciudadanos». El responsable de la Comisaría tuvo un recuerdo para los agentes que han fallecido este año en actos de servicio, para los compañeros de la comisaría y para sus familias que, muchas veces, son las grandes sacrificadas de una profesión que sólo se entiende desde la vocación. «Espíritu de sacrificio, vocación de servicio y profesionalidad constante», así lo resumió. M. A.
