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La Vega Baja se blinda contra una «gota fría»

La Confederación Hidrográfica y los ayuntamientos de Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada preparan cauces y barrancos y retiran maleza y otros obstáculos

Una imagen de limpieza de cañas esta semana en el Segura a su entrada en Orihuela. LOINO

Septiembre es un mes maldito en la Vega Baja por el temor a una «gota fría». Desde hace días, muchos ayuntamientos toman medidas para preparar cauces, limpiar barrancos o retirar maleza y otros obstáculos que, llegado el momento, no impidan el paso del agua si se producen fuertes tormentas.

El Ayuntamiento de Orihuela, por ejemplo, mantuvo una reunión preparatoria la semana pasada con este objetivo y se puso en claro que hace falta más inversión en algunas zonas, caso de la calle Barranco y adyacentes, que hace dos años se inundaron. Su equipo de gobierno ha reclamado más inversiones a otras administraciones con competencia. Estos trabajos se realizan coincidiendo con la limpieza del cauce del río Segura a cargo de una brigada de la Confederación Hidrográfica (CHS). El organismo de cuenca, recordó su gabinete de Comunicación, compromete un millón de euros este año en los trabajos de limpieza entre Murcia y Guardamar del Segura. «Además de realizar tareas de corte de cañas y otra vegetación invasiva, se retiran basuras del cauce y el propio lecho del río, se reparan y reponen material de la Confederación, como tomas y vallado, y, en general, se garantiza la capacidad del río», recuerdan.

Balsas

En Torrevieja, el Ayuntamiento ha preparado también los aliviaderos en los alrededores de la carretera de acceso desde Crevillent, donde construyó hace ahora cinco años una especie de balsas artificiales, para intentar que no rebose el agua sobre la vía de tráfico y la convierta, como tantas veces ha pasado, en una piscina para los vehículos.

Pilar de la Horadada, por su parte, ha efectuado durante las últimas dos semanas trabajos de podas en todo el cauce del Río Seco a su paso por las urbanizaciones de Mil Palmeras y Río Mar. Esta actuación, con la autorización de la CHS, «se ha realizado por el peligro que suponía el estado en el que se encontraba el cauce lleno de ramas y material vegetal seco, y, al mismo tiempo, para evitar incendios. El cauce, en muchas ocasiones es utilizado por senderistas y excursionistas», señalaba el alcalde, José Fidel Ros.

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