El arquitecto alicantino Javier García Solera, contratado para redactar la ampliación del edificio del Ayuntamiento, entregó al municipio el proyecto básico y de ejecución de esta obra el 4 de abril pasado pero el equipo de gobierno la ha dado a conocer. La obra que modificará el aspecto tradicional de la plaza de la Constitución -la Glorieta-, en la que está enclavada también la iglesia de La Inmaculada, no se conocerá hasta que estén a punto de comenzar los trabajos y tampoco podrá someterse a la opinión y debate público de los vecinos -aunque luego no se modificara- porque ya es un proyecto prácticamente cerrado, según la resolución de la concejal de Contratación Carmen Gómez (PP), firmado el 10 de junio. Como ha ocurrido con otras inversiones en edificios públicos, sufragados por el erario, el resultado sólo podrá comprobarse cuando esté acabado. El objetivo de la infraestructura es acabar con el coste de arrendamientos de locales para numerosos servicios municipales, como es el caso de la oficina de censo o el Prop, entre otros. El Ayuntamiento también ha culminado la contratación del arquitecto técnico Miguel Ángel Planelles y la dirección de ingeniería que estará a cargo de Fernando Guardiola.

El municipio sí sometió a un plan de participación pública el proceso urbanístico que va a permitir modificar los volúmenes y alturas en la manzana en la que se enclava la ampliación, en el que aparecía una recreación muy vaga del resultado final. García Solera fue el responsable de concebir el edificio del nuevo Museo de la Semana Santa que sigue paralizado sin culminarse en la Avenida de las Habaneras.

La intención municipal es presentar los bocetos y la plasmación del edificio pero sin que se pueda someter al veredicto de los ciudadanos.

Algo, por otra parte, habitual en otros municipios, pero que choca con experiencias polémicas en Torrevieja, como fue la construcción del edificio en tono de vanguardia del Teatro Municipal, que sustituyó a un inmueble protegido, recordado -ahora- por muchos vecinos con nostalgia. El actual inmueble ha sido rebautizado por su aspecto como el «frontón».