La Policía Local de Orihuela festejó ayer la festividad de su patrona, la Virgen de Monserrate, con un acto en la Lonja donde el protagonismo se lo llevó el máximo responsable del cuerpo, José María Pomares, quien lejos de refugiarse en uno de esos discursos vacíos tan habituales en actos de protocolo como el que iban a protagonizar, dejó caer varias perlas sobre la situación de una plantilla escasa y corta para uno de los municipios más grandes, en extensión de España. El hecho de que este mes se incorporen tras pasar por el IVASP (Instituto Valenciano de Seguridad Pública) 18 nuevos efectivos no es óbice para que Pomares reiterara ayer los recursos con que cuentan, que calificó de «escasos» y reclamara al alcalde en funciones, Antonio Zapata (PSOE), con enorme educación eso sí y teniendo en cuenta la difícil situación de las arcas municipales, unas «inversiones mínimas» para mantener el esfuerzo comprometido de los agentes para garantizar la seguridad. Más de doscientas personas, entre agentes, familiares y responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de la comarca, acudieron ayer a este acto.

Pomares también adelantó que esos nuevos 18 agentes van a ir a reforzar primordialmente los servicios Costa -la gran olvidada-, formarán la brigada de intervención y la de apoyo para el cumplimiento de las ordenanzas municipales, un lastre que no se puede cumplir por la falta de efectivos. También tuvo un recuerdo para sus compañeros en la escala de mandos y, en especial, para el alcalde, Monserrate Guillén (Los Verdes), a la sazón concejal de Seguridad Ciudadana, quien continúa de baja tras el infarto sufrido el pasado mes de julio. Pomares, a sabiendas que en 2015, cuando él vuelva a dirigirse al público para este acto, la legislatura se habrá acabado y el alcalde será otra persona, tuvo unas palabras de agradecimiento por «habernos oído antes de haber tomado decisiones comprometidas».

Festival

El acto fue un festival de entrega de distinciones a los agentes, tanto por sus servicios como por el haber cumplido 25 o 30 años en la plantilla, algo que supone la entrega de medallas y distinciones que animan y mucho los discursos. Destacaron las distinciones a los agentes Jesus Bautista Andreu, Monserrate Vegara y José Joaquín Cánovas, este último de la Policía de Beniel. También hubo una distinción para un agente de Rafal. Igualmente se entregaron dos medallas de oro a policías que estaban pendiente desde 2010. Y el alcalde en funciones aprovechó que cerraba el acto para recordar a los agentes la necesidad de dignificar el traje azul que visten y la importancia que tiene el papel que ocupan en la sociedad como garantes de la seguridad.