Playas de Torrevieja como la de La Mata y los Náufragos, situadas al norte y al sur respectivamente del término, acogen a diario numerosos «manteros» y vendedores que se intentan ganar la vida comerciando con todo tipo de mercancía. Desde las tradicionales gafas de sol que ofertan los subsaharianos, a los típicos CD y los DVD que suelen vender los inmigrantes de origen oriental, pasando por otros vendedores que brindan a los bañistas todo tipo de bebidas. Incluso es posible adquirir diversas prendas de ropa previa exhibición de amplios muestrarios, y es tal la impunidad con la que se actúa, en especial en La Mata, que incluso algunos vendedores no dudan en plantar, en la misma orilla de la playa, mesas plegables para que los potenciales clientes examinen otro tipo de productos tales como pulseras y relojes. En definitiva, diversos grupos étnicos confluyen en la actividad, con muestras de compañerismo y solidaridad como palmadas mutuas en la espalda y los recurrentes «¿cómo te va el día?».
Sondeando la opinión entre diversos comerciantes establecidos en la zona, hay reacciones de todo tipo. Desde el clásico «nosotros pagamos impuestos y ellos no» a una postura más comprensiva que argumenta «el que tiene dinero para comprar unas gafas auténticas no va a comprar en la playa, así que en ese sentido no quitan clientela al comercio tradicional. En realidad es un problema estructural, puesto que sus países están empobrecidos, y al primer mundo no le interesa que termine esa desigualdad».
Menores
Lo que sí se apunta con preocupación es que «algunos de estos grupos de vendedores llevan niños con ellos trabajando, acarreando todo el día neveras, eso sí que no se debería permitir porque a esa edad no es bueno, y está terminantemente prohibido».
Por lo general los bañistas son amables y suelen rehusar con educación los intentos de venta, la cual siempre se proporciona con el arquetípico «barato, barato». Otros comerciantes de La Mata explican que «se dice por parte de la policía que ha desaparecido la venta ilegal de los paseos marítimos, lo cual influye en que ahora aquí haya muchos más, porque hace unos años aquí en la playa no se veían estos vendedores». La presencia policial en estas zonas es mínima y su extensión, en el caso de la playa de La Mata de más de dos kilómetros, no facilita la labor policial.
En este sentido, en julio compareció el intendente principal de la policía Vicente Gutiérrez, junto con la edil del área Agustina Esteve, aludiendo a dicha desaparición de la venta ilegal en los paseos, y reconociendo que en el estío sí se incautan unas considerables cantidades de fruta procedente de esta venta fraudulenta.
Por su parte, algún vecino de Torrevieja señala que, tras la mayor vigilancia policial en el centro, «algunos han recurrido a la venta al menudeo de droga para salir adelante, y no es raro pasear por La Punta y que discretamente te ofrezcan alguna sustancia estupefaciente».
