El optimismo tecnológico que embarga a los representantes públicos choca muchas veces con la realidad más tozuda. El Ayuntamiento gastó 180.000 euros a finales de 2010 en adquirir y ubicar diez paneles de información municipal -dos metros de alto por casi uno de ancho- que nunca sirvieron para mucho y que desde hace unos meses permanecen apagados. Este despliegue de «Kioscos Electrónicos» iba a permitir el acceso al portal web municipal a aquellas personas que no dispusieran de ordenador en sus hogares «o aún así disponiendo de ellos», decía la información municipal, «quieran realizar cualquier consulta o trámite en estas terminales». Sobre el terreno estos «cacharros», con membrete municipal y epígrafe del área de Nuevas Tecnologías no hicieron más función que la de reflejar como una pantalla de televisión más los contenidos de la web municipal. En concreto, las noticias difundidas por el gabinete de Prensa. La zona inferior de los dispositivos contaba con una pantalla táctil que funcionaría como un ordenador convencional y cuya misión era la realización de gestiones, como el pago de tasas, solicitud de documentación, certificados, entre otras. Funciones que son todo un misterio para los potenciales usuarios porque han permanecido inéditas durante estos cuatro años. Y ahora, en tiempos de restricciones hasta para el consumo energético, ni tan siquiera se ofrecen los titulares municipales. La gran mayoría está apagada. Algunas sirven de soporte publicitario -más convencional- de panfletos de papel, como es el caso de la situada en la plaza de la Constitución, frente al edificio del antiguo Ayuntamiento. Otras solo estorban -es el caso de la ubicada en las oficinas de Censo y Estadística-. Y finalmente las hay que ya no están -la situada en el paseo Vista Alegre, es un ejemplo-. También se colocaron en la Oficina Amic, la Biblioteca Municipal, el Centro Cultural Virgen del Carmen, la Agencia de Desarrollo Local, la Oficina de Turismo del Alto de la Casilla, el Palacio de Deportes «Infanta Cristina» y Pabellón de la Zona de Raquetas de la Ciudad Deportiva o la plaza de Miguel Hernández junto al Teatro.
La ubicación de estos paneles fue calificada por el equipo de gobierno como «uno de los proyectos más importantes» en el marco de la renovación de la web municipal, que por otra parte también fue cuestionada. Y es que el gasto de esos 180.000 euros estaba enmarcados en una mayor de 600.000 que iba a servir para poner al Ayuntamiento en el primer orden de contacto con sus vecinos a través de internet. Cuatro años después el municipio cuenta con uno de los servicios web más anticuados de entre las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana.
