«Dead flowers» es el título del nuevo corto del joven director oriolano Pablo Riquelme. Esta vez, el cineasta de 22 años comparte la realización de la película con dos de sus compañeros de estudios, Stephen Scott y Víctor Mondéjar, quien se encarga, también, de la producción. El lugar elegido para el rodaje, que comenzó ayer y se prolongará durante cuatro días, es un piso en la calle San José de Cox. Es la vivienda de Antonio Luis, un vecino del pueblo que aseguró estar «encantado» con la idea de que su hogar aparezca en la película. Riquelme explicó que el corto estará «ambientado en el Londres de estética victoriana», pero que «por cuestiones de presupuesto era imposible el traslado para hacerlo allí», afirmó. Aunque sea en tierras españolas, el corto, de unos 15 minutos, se graba íntegramente en inglés, con la intención de que su distribución sea internacional.
Con un elenco de dos actores, la estrella del rodaje es Anthony Nikolchev, quien se alzó con el premio al mejor actor en el prestigioso «Los Ángeles International Film Festival» de 2012 y que llegó apenas unas horas antes de la grabación al municipio de la Vega Baja desde Nueva York.
El argumento cuenta la historia de dos hermanos que se odian a muerte «literalmente», dijo Riquelme y a ambos les dará vida Nikolchev, quien aseguró que «es un sueño para un actor poder hacer dos personajes con personalidades tan diferentes». Esta temática se aleja mucho de la que nos tiene acostumbrados Pablo Riquelme. Amante del terror, está vez ha optado por un drama social, quizás por la colaboración con otros compañeros, que aseguraban que tenían el guión escrito desde «hace más de dos años, pero la ocasión surge cuando menos lo esperas».
El último éxito del oriolano, que en septiembre empieza sus estudios en una escuela de cine de Los Ángeles, fue «Ciencia ficción. La creatividad de un artista», para el que contó con los actores Darío Paso-Jardiel y Luis Larrodera.
Un pueblo volcado
«Nos hemos hecho con el pueblo para la realización de la película» indicaba el director, que ha incorporado a gente del municipio en su equipo de casi 40 personas entre fotografía, arte, maquillaje y equipo técnico. También ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Cox, cuyo alcalde Carmelo Rives aplaudía ayer la «valentía» de Pablo y que «los jóvenes emprendedores se lo pongan difícil a la crisis», dijo. El presupuesto con el que cuenta el equipo de «Dead flowers» no supera los 10.000 euros, con la financiación exclusiva de los familiares de Pablo y sus compañeros, por lo que el padre de Riquelme afirmó que «es una inversión» en el currículum de su hijo, aunque «ese dinero no se recuperará con la distribución del corto».
