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La desalinizadora negocia rebajar el precio de su agua para conseguir algún cliente

Acuamed y la CHS mantienen reuniones con representantes de comunidades de regantes

La desalinizadora negocia rebajar el precio de su agua para conseguir algún cliente

Aguas de la Cuenca Mediterránea (Acuamed), la empresa pública que gestiona las desalinizadoras, y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), llevan varias semanas negociando con Comunidades de Regantes de Alicante, Murcia y Almería una fórmula que permita a los agricultores acceder a los recursos que produce la planta desalinizadora de Torrevieja.

La infraestructura torrevejense fue concluida en el primer trimestre de 2013, tras seis años de obras y 300 millones de inversión -217 gastados en la construcción de la planta y 80 destinados a la explotación por concesión que realizará Acciona durante 15 años-. De ese total 55 millones corresponden a fondos europeos. El objetivo de era dar de beber a 400.000 personas y regar 8.000 hectáreas. Ha trascurrido un año y medio desde que la instalación comenzó, a medio gas por la nula demanda, a producir agua desalada del mar sin que haya llegado a concretar ni un solo acuerdo de abastecimiento con regantes, que iban a ser los principales beneficiarios de una producción anual de 80 hectómetros -40 para el abastecimiento urbano y 40 para el regadío-. Ni tan siquiera al haberse iniciado uno de los periodos de sequía más de extremos de los últimos años ese agua resulta atractiva para los productores. En lo que va de año en algunas zonas del sur de la provincia han caído menos de 30 litros por metro cuadrado. Un balance que equipara al sur de Alicante con las zonas habitadas más áridas del planeta.

El principal escollo para la demanda, con o sin sequía es el precio del agua, mucho más elevado que la que obtienen de calidad los agricultores del trasvase Tajo-Segura. Mientras los embalses de cabecera que dotan a ese trasvase han presentado un nivel de recursos generoso, los agricultores no habían mostrado interés alguno en la desalinizadora torrevejense. Ahora que la sequía también podría afectar a esas zonas y que el nuevo plan de cuenca del Tajo limita los aportes a trasvasar en caso de carencia en Castilla La Mancha, los agricultores han mostrado un incipiente interés, aunque no a cualquier precio.

Acuamed confirma que existe una negociación abierta al menos con una comunidad de regantes, sin aportar más detalles. Esta empresa, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, es la responsable de «buscar» clientes para las desalinizadoras pero la CHS es la que debe autorizar el visto bueno administrativo. Su presidente, Miguel Ángel Ródenas, se ha mostrado muy escéptico sobre la utilidad de las desalinizadoras y considera que solo podrían ser rentables si sus caudales se distribuyen mezclados con aguas de otras procedencias. De hecho, en una entrevista concedida a INFORMACIÓN ayer aludía a que la Confederación podría abrir los pozos de sequía en caso de emergencia hídrica sin citar la posibilidad de recurrir a las desalinizadoras infrautilizadas.

Permuta

El incipiente interés en el agua desalinizada parte de empresarios que explotan grandes superficies de cultivo de cítricos. En algunos casos, para compensar el elevado precio, han llegado a tantear la posibilidad de llevar a cabo una especie de permuta de derechos de agua. Adquirir los que tienen concedidos agricultores sin hacer uso de ellos en Castilla La Mancha y destinarlos a suelos de secano en el sureste español y que no cuentan con dotación de regadío. A cambio de lograr esa permuta y la ampliación de superfie regable, pagarían por «lotes» de agua desalinizadada.

La planta de Torrevieja ha producido varios hectómetros, almacenados en el pantano de La Pedrera, desde que se dio por concluida. La concesionaria, Acciona, emplea ahora a unos 15 operarios.

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