Colectivos vecinales exigieron ayer a la Conselleria de Medio Ambiente que investigue el estado del vertedero abandonado ubicado en Pilar de la Horadada, pero muy próximo a urbanizaciones de Orihuela Costa, porque la emisión de gases y las reiteradas combustiones de basura les provocan afecciones a su estado de salud y suponen un peligro por el riesgo de incendio.

Las demandas de los residentes se canalizaron ayer a través de representantes de distintas asociaciones que estuvieron acompañados del diputado de Compromís Juan Ponce, del edil de Orihuela Bob Houliston (Claro) y del activista de Vertivega Vicente Pérez Basanta, entre otros. Durante la visita a las instalaciones se pudo comprobar la gran variedad de residuos que se acumulan sobre una enorme montaña tapada parcialmente con arena, como neumáticos, muebles, electrodomésticos o botellas de cristal, entre muchos otros. El olor a gas metano que se emite al medio ambiente por la descomposición de la basura y las columnas de humo que emergen del subsuelo son dos de lo signos más evidentes de que impera la necesidad de acometer un proyecto de regeneración de un vertedero que dio servicio a buena parte de la comarca durante décadas. Los vecinos que habitan a pocos cientos de metros del vertedero creen que muchas de las enfermedades respiratorias que sufren y los casos de cáncer podrían estar relacionados con esta situación, por lo que exigen que se investigue.

Por su parte, Ponce estimó que «es necesaria una actuación inmediata en la que se exijan las responsabilidades oportunas y se restaure de la manera más rápida la zona» porque «se están generando emanaciones tóxicas».

El diputado señaló que su grupo solicitará toda la documentación relativa a este vertedero en Les Corts, pues «se tiene que identificar todos los materiales que han entrado en él desde que se puso en marcha y, por supuesto, se tienen que pedir las responsabilidades oportunas a quien ha estado haciendo negocio con este vertedero desde que se puso en marcha».