El exedil popular de Orihuela (Alicante) Antonio Rodríguez Murcia ha asegurado hoy que no hubo fraccionamiento alguno en los contratos del alumbrado público de las pedanías y ha acusado al PSOE de llevar "al juzgado todo lo que pilla".

Rodríguez Murcia ha declarado esta mañana como imputado en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Orihuela por un supuesto delito de prevaricación relacionado con supuestos pagos de facturas sobre las que el interventor municipal había puesto reparos. "Vendré las veces que haga falta para aclarar que todo estaba bien realizado. Yo no he hecho nada", ha afirmado ante la prensa tras abandonar los juzgados oriolanos.

El exconcejal ha afirmado que lo que le trae hoy aquí es "lo están haciendo ellos ahora", en alusión al equipo de Gobierno local (PSOE y Los Verdes).

Según ha explicado, se le acusa de haber fraccionado en 2007 contratos de alumbrado público en seis pedanías por un importe conjunto de unos 240.000 euros. "Eran totalmente legales", según ha explicado, y "se verá" porque el Juzgado "lo tiene todo, las memorias valoradas, los documentos y las partidas presupuestarias". En su opinión, "hay gente -en referencia al PSOE- que quiere enredar esto y se dedica a traer al juzgado todo lo que pilla y, en este caso, no hay absolutamente nada".

Además de Rodríguez Murcia, hoy también han declarado los exediles Ginés Sánchez y José Antonio Aniorte Grau.

Esta imputación surge a raíz de la denuncia presentada en 2009 por la que fuera portavoz del PSPV-PSOE Antonia Moreno -entonces en la oposición-, quien denunció que desde 2001 habían pagos con reparos del interventor por valor de 55 millones de euros. En declaraciones a los periodistas, Ginés Sánchez ha afirmado que una factura pueda llevar reparo "es algo absolutamente habitual en cualquier ayuntamiento de España y en cualquier administración". "De hecho, aquellos políticos que en su día calumniaban el tema de las facturas con reparo, hoy están asumiéndolas en el ayuntamiento porque, a veces, las urgencias de determinados servicios te obligan a realizarlas", ha afirmado. A su juicio, "estamos tomando un camino muy equivocado, y no solo para la reputación de cualquiera de nosotros, también para la imagen de una ciudad como Orihuela".

Por su parte, José Antonio Aniorte ha asegurado tener la conciencia "muy tranquila" porque, según ha explicado, "jamás he hecho una obra que no contase con la aprobación de los técnicos".