La fiesta a la que asistieron mayores y no tanto comenzó a las 6 de la tarde, fuera del centro, en el césped. Gente con atuendo hippie, flores en la cabeza, ropa holgada y colorida, disfrutaba de la música y el ambiente, fuesen vecinos o visitantes. Como Milagros García, una madrileña que no quiso perdérselo: «Me parece divertido y todo lo que sea juerga, está bien». Muchos, asiduos a este centro de la 3ª edad, como José Antonio Martín y Fina Baeza, que acuden cuatro veces a la semana desde que se abrió, no han querido perderse esta «pacífica» reunión celebrada por primera vez, en la que la sangría y los bocadillos, subvencionados por el Ayuntamiento de Torrevieja, estaban a 0,50 céntimos.