Un amanecer desde el desierto y sin salir de Orihuela. La embajada de las tropas árabes protagonizada por los Moros Abdelazíes transportó ayer a los espectadores a una cálida noche entre dunas de arena que se contorneaban al son de la música y refrescantes oasis copados de palmeras. Una agrupación musical de 160 personas entre coro y músicos abrió el desfile de la Entrada Mora en el que el embajador, José Miguel Hernández, consiguió sorprender con un espectáculo en el que los elementos más característicos del desierto cobraron vida y evocaron la magia de los relatos de Las mil y una noches.

El segundo desfile de moros y cristianos de las Fiestas de la Reconquista de Orihuela comenzó ayer con un colorido espectáculo de la comparsa que ostenta la embajada mora que destacó por incluir en su banda sonora las voces en directo de dos masas corales y por exhibir hasta cinco carrozas. La primera en desfilar fue la infantil, formada por una gran media luna en la que se integraba la cantera de niños festeros que en un futuro no muy lejano tomará las riendas de la agrupación. Las filas femeninas «Nasira», «Aisha», «Ayluna», «Media Luna» y «Favoritas» fueron las primeras en desfilar al ritmo que marcaban las dos bandas de música que las acompañaban durante el recorrido. Tras ellas apareció el primer ballet de la comparsa embajadora, de Ana Botella de Alcoy, con un espectáculo llamado «Estrellas» que, en consonancia con la carroza de los más pequeños, representaba la noche en el desierto. Los tres hermosos caballos negros y otro más blanco que aparecieron tras ellas emocionaron a buena parte de los comparsistas de Moros Abdalazíes porque según explicó su presidente, Carlos Navarro, fueron un homenaje a los cuatro festeros de esta agrupación, tres hombres y una mujer, que este año han abandonado el mundo terrenal pero cuyo recuerdo sigue muy presente entre sus compañeros.

Tras los corceles llegó el turno de las filas masculinas, con «Muntassir», «Benzaddón» y «Sentimiento» acompañados por una banda de música. El segundo ballet, también de Ana Botella de Alcoy, que representaba las arenas del desierto y las palmeras de los oasis, fue completando esta puesta en escena para dejar paso a otras dos filas femeninas, «Samanida» y «Nussair», quienes precedieron otro ballet más, de Javi Marcos Botella de Orihuela, con una sensual puesta en escena a ritmo de música árabe.

La carroza Favoritas, inspirada en un manantial de agua que se encuentra en un hotel de Arabia Saudí, fue la siguiente en salir a escena escoltada por la fila femenina «Favoritas».

El caballo del embajador precedió la carroza de José Miguel Hernández inspirada también en un creación que se encuentra en Arabia Saudí, seguida de la Guardia del embajador y con un impresionante grupo de músicos y coro formado por 180 personas.

La Entrada Mora continuó con las comparsas Realistas, Beduinos, Almorávides, Viejos de Abén-Mohor, Nazaríes de Abén Humeya, Musulmanes Escorpiones, Almohábenos, Negros Egipcios y J'Alhamed, agrupaciones que completaron un espectáculo que, como viene siendo tradicional, estuvo precedido por el boato de la Junta Central y las banderas de todas las comparsas, tras las que apareció exultante la Armengola, Almudena Meseguer.

La última noche de celebraciones de las Fiestas de la Reconquista estaba previsto que se alargara hasta el amanecer de hoy con una larga noche de juerga en la que se anunciaría quiénes ostentarán la capitanía mora y cristiana del próximo año. Hoy muchas de las agrupaciones celebrarán comidas de hermandad para despedir otra edición de estos festejos que enorgullecen a los oriolanos y que cada año atraen a la ciudad a centenares de personas que, como ayer, se dejaron llevar por los espectaculares desfiles, en este caso con la magia de Las mil y una noches.