Ocurría el miércoles, alrededor de las 9.30 de la noche. Un ciclista fallecía tras ser arrollado por un vehículo mientras circulaba por la Avenida de Desiderio Rodríguez de Torrevieja. En pocos metros debía incorporarse a la mediana habilitada para realizar un giro a la izquierda en dirección a la urbanización La Veleta-Mar Azul. Pero no llegó a tomarlo. Pese a tratarse de un tramo de perfecta visibilidad y doble carril en el sentido de la marcha de la bicicleta, un coche la arrastró más de veinte metros a lo largo de la calzada. Un accidente mortal de necesidad. La conductora dio positivo en el control de alcoholemia.

El ciclista, un hombre de 66 años, era Mauro Ramos, vecino de Getafe, recién jubilado y recién llegado a su casa de Torrevieja para disfrutar de las vacaciones veraniegas con su familia, sus hijas, sus nietos. Llevaba haciéndolo desde hace quince años. Gran aficionado al ciclismo, Mauro fue un activo colaborador durante años en el patrocinio de la Vuelta Ciclista a España y era conocido en agrupaciones ciclistas no sólo en Getafe, sino también en Torrevieja. Era pues consciente de los peligros de la «bici» urbana, y de extremar las precauciones en la práctica de esta afición. Había salido el miércoles por la tarde de casa con la bicicleta «para dar una vuelta», como tantas veces. El accidente tuvo lugar cuando regresaba a su residencia, a la hora en el que la tarde cambia a noche en verano. Pese a tener espacio de sobra para realizar un adelantamiento sin problemas, el turismo, conducido por una mujer y en el que también viajaban un acompañante y dos menores, por causas que se desconocen acabó arrollando la bicicleta de Mauro desplazándolo una distancia mortal. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada para salvar la vida del accidentado, que presentaba heridas muy graves en la cabeza. Su esposa hubo de ser hospitalizada tras sufrir una fuerte crisis nerviosa al tener conocimiento de los hechos. Nadie se explica lo ocurrido. La conductora del automóvil fue arrestada tras el accidente al presentar una tasa de alcohol muy por encima del límite establecido legalmente, según indicaron fuentes cercanas a la familia del accidentado. El ciclista no iba documentado y su móvil quedó destrozado. Al distribuirse una imagen de la bicicleta accidentada en las redes sociales el responsable de la tienda que la vendió identificó a su propietario.

Siniestralidad

Ciudades como Torrevieja, donde a las deficiencias urbanas en viales exclusivos para bicis se une una gran fluctuación estacional de vehículos paralela a los aumentos de población turística, son especialmente peligrosas para los desplazamientos en bicicleta fuera de las escasas zonas habilitadas para esta circulación como la Vía Verde.