Fran Illán, macero mayor del Ayuntamiento de Orihuela, será la última persona que empuñe esta noche la Gloriosa Enseña del Oriol antes que Antonio Franco, el Síndico, y se la entregará cuando la primera campanada anuncie la medianoche en Orihuela. Antes que él tuvo este honor su padre, Manuel Illán, quien se jubiló hace seis al cumplir 70 años y quien sigue llevando, como un ritual, limonada esta noche al Ayuntamiento. Y antes que éste fue el desaparecido y querido Luis Molera.

Pocas cosas unen tanto a los oriolanos, moros o cristianos, como ver salir por el balcón del Palacio del Marqués de Arneva su estandarte de guerra, que se exhibirá altivo toda la noche para participar mañana en los actos centrales del Aniversario de la Reconquista en la que es, sin duda, la jornada más larga para la mayoría de festeros. Fran Illán, un hombre humilde que huye de cualquier protagonismo, dice que lo más le sobrecoge de las 24 horas de trabajo que le aguardan es ese momento en el que se abre el balcón y la ciudad vibra al ver «El Pájaro», como se conoce popularmente. «No hay nada igual», asegura. Ahora tiene 38 años y desde los 13 sabe cómo se hace porque su padre le enseñó hasta el último de los detalles.

El macero, junto a la arqueóloga Mari Carmen Sánchez miman desde hace dos semanas el estandarte para esta larga y dura jornada porque, aunque en 2009 llegó una réplica que costó 29.000 euros a las arcas públicas para evitar que esta joya de más de 300 años siga sufriendo los avatares de una jornada de sol, humedad y muchas manos que la tocan sin cesar...., la realidad es que ni se ha hecho el traspaso de poderes, de una a otra, ni nadie sabe cómo aliviar el excesivo peso de la réplica (debido a un Oriol macizo en vez de hueco), algo en lo que nadie reparó en su momento y que hace imposible portarla con orgullo, más bien, sería como cargar con ella y restando elegancia al acto.

Ajada

Algo ajada, pese a que en 2006 se le realizó la última restauración, del Oriol cuelgan ya los seis cordones rojos (Iglesia, Policía Local, Guardia Civil, Policía Nacional, primer teniente alcalde y Caballero Cubierto), el rosa (para el regidor, en este caso, Antonio Zapata por la baja de Monserrate Guillén) y las 25 cintas, una por concejal.

El Ayuntamiento de Orihuela aseguró ayer que, como todos los años, se han realizado las invitaciones a todas las autoridades valencianas, comenzando por el presidente Alberto Fabra, y que nadie había confirmado aún su presencia, algo insólito si se tiene en cuenta que todos los presidentes de la Generalitat han acudido, al menos en una ocasión, a presenciar este acto estando en el cargo.

En cualquier caso, Orihuela no espera tanto a sus políticos como a su Oriol porque con él comienzan los días más importantes de estas fiestas; de hecho, todo está listo ya para comenzar la primera de sus grandes noches.