El grupo de Izquierda Unida (IU) de Callosa de Segura defiende que si algunos de sus simpatizantes han pegado adhesivos electorales de la formación en farolas, bancos o señales de tráfico de la localidad ha sido para tapar algunos otros de la Falange que se encontraban en ese mismo mobiliario urbano y que contenían mensajes «racistas y provocadores». Las declaraciones de IU llegan después de que el Ayuntamiento, gobernado por Javier Pérez (PP), anunciara que ha iniciado un expediente sancionador contra esta formación por provocar daños en el mobiliario con estas pegatinas que se calculan en unos 1.000 euros. A este respecto, desde IU critican que se haya filtrado a los medios de comunicación la apertura de dicho expediente sancionador antes de que se informara al propio partido, lo que les parece «un claro abuso de autoridad» por parte del alcalde.

Izquierda Unida quiso denunciar también la existencia de una gran cantidad de pegatinas en las calles y el mobiliario urbano de partidos como La Falange e incluso de la Iglesia de San Martín, «situación que nunca ha sido denunciada por el Ayuntamiento», que «únicamente sanciona a nuestro partido y adopta esta decisión totalmente injusta a sabiendas de que lo es». La formación admite que sí repartió pegatinas en campaña electoral, pero dice que no es la responsable de dónde las hayan pegado aquellos que las recogieron.

Para IU, este asunto responde a una campaña «represiva» para «intimidar» a los jóvenes del partido que vienen informando de las «desastrosas consecuencias» del contrato que el Ayuntamiento ha firmado con Aqualia para la gestión del servicio de agua potable en la localidad.