Otra vuelta de tuerca al conflicto festero de los Beduinos. La Audiencia Provincial ha dado la razón a la comparsa Moros Beduinos, integrada en la junta festera central, frente a los representantes de la Asociación Cultural Beduinos, los «escindidos».

La Audiencia anula y revoca una sentencia anterior, de mayo de 2013, por la que los representantes de la comparsa que se desgajó de la original hace más de cinco años, lograron anular el proceso de convocatoria de la asamblea de Moros Beduinos de diciembre de 2011 y el proceso anterior de constitución de una junta gestora en 2008. En concreto, a instancias de una demanda interpuesta por Celia Mora, como representante de la asociación cultural, se anuló en una sentencia en primera instancia, la convocatoria de elecciones celebradas el 22 de diciembre de ese año, y en la que se eligió como presidente a Filomeno Gómez. En ese auto de 2013, ahora anulado por la Audiencia, se declaraba la «inexistencia» de la junta gestora de Beduinos resultante de una asamblea del 10 de diciembre de 2008 y que fue el origen de la escisión.

Tanto la junta gestora como la convocatoria de elecciones quedan validadas ahora. La Audiencia basa su resolución en defectos formales. Acepta los argumentos de la Comparsa Beduinos, representada, entre otros por María del Carmen García y Antonio Salinas, al constatar que no se puede reconocer a Celia Mora como presidenta de la entidad, tal y como aparece en la acción judicial que presentaron los «escindidos».

La resolución, notificada en la antesala de las fiestas de Moros y Cristianos, da un vuelco al conflicto judicial que mantienen desde hace seis años la comparsa integrada en las fiestas, y que se define como la «auténtica» y la Asociación Cultural Beduinos. «Choque» aliñado con el factor de que ésta última tiene al principal mando de la Policía Local como uno de sus integrantes destacados y mantienen todos los años, un pulso por instalar su propia kábila legalmente en fiestas, y que en 2014 han ganado. Durante todo este tiempo la disputa por el control de la entidad ha tenido de todo menos «fiesta».