La empresa adjudicataria del servicio de residuos en 12 municipios de la Vega Baja, Sirem, propiedad del empresario oriolano Ángel Fenoll, ha decidido que no abonará las facturas por haber eliminado los residuos de esas localidades en el vertedero de Elche durante los últimos dos meses. Y no lo hará porque el coste de llevar allí los desechos se ha incrementado en 13 euros por tonelada en comparación con lo que pagaba en Abornasa, la planta de Crevillent donde vertía las basuras hasta que ésta decretó un cierre temporal por motivos técnicos. Fenoll considera que fue el Consorcio de Residuos quien le obligó a derivar allí los desechos y, por tanto, que tienen que ser los ayuntamientos los que asuman ese sobrecoste, puesto que el precio pasó de 41,32 euros a 49,59 euros más IVA por tonelada.
Esta circunstancia, en cierto modo, no ha pillado por sorpresa a los municipios de la Vega Baja afectados por esta situación, que son Algorfa, Cox, Callosa de Segura, Rafal, Formentera, Rojales, Granja de Rocamora, Redován, Jacarilla, Daya Nueva, Daya Vieja y Dolores. Tampoco a la gerencia de la planta de residuos de Elche, que antes de aceptar la llegada de basuras desde la comarca vecina puso una condición: que los ayuntamientos firmaran un contrato asumiendo que serían los responsables últimos de abonar las facturas. De hecho, todos los alcaldes firmaron este documento y ahora aceptarán, como no puede ser de otra manera, el pago de este servicio. Pero no se quedarán de brazos cruzados ante el pulso que les está echando el empresario Fenoll, considerado uno de los cabecillas del caso Brugal. Durante la reunión que los 12 regidores mantuvieron ayer en la oficina comarcal de la Diputación en Rojales, y a la que asistió el diputado de Medio Ambiente, Javier Sendra, fueron varios de ellos los que coincidieron en que descontarán el montante de dichas facturas impagadas de la cantidad mensual que transfieren a Sirem por la prestación del servicio.
Hasta ayer no se conocía cuánto ha costado en total llevar la basura de estos 12 pueblos de la Vega Baja a la planta de Elche, estimada en unas 90 toneladas diarias, durante los últimos dos meses. Esta previsto que durante la próxima semana los Ayuntamientos reciban las facturas para proceder a su abono.
Por otro lado, ayer se conoció que la planta crevillentina de Abornasa reabrirá sus puertas el día 15 de junio y en teoría podría volver a dar servicio a los ayuntamientos de la Vega Baja, aunque en principio no a todos. Fuentes de esta mercantil alertaron antes del cierre temporal que no tienen capacidad para tratar las 90 toneladas diarias que se generan en estas 12 localidades, por lo que algunas de ellas tendrían que buscar un emplazamiento alternativo. Posiblemente, los ayuntamientos abrirán ahora una ronda de negociaciones con la planta de transferencia de Crevillent para intentar volver a llevar allí sus residuos, aunque se prevé que algunos tendrán que derivarse hasta alguno de los verederos autorizados por el Consorcio, que son los de Elche, Jijona, Villena y Alicante. Eso si Fenoll no echa un segundo pulso y se niega a llevarlos a dichas instalaciones.
