El nuevo edificio de la estación de trenes de San Isidro toma forma. La obra impulsada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en la Vega Baja para implantar la alta velocidad se encuentra en plena ejecución y ya se puede empezar a ver algunos de los servicios con los que contarán los usuarios de la red de cercanías. En este municipio, los viajeros dispondrán de un nuevo inmueble en el que se instalarán las máquinas expendedoras y que servirá además para refugiarse de las inclemencias del tiempo.
La demolición del antiguo edificio de la estación de «Albatera-Catral» se inició a finales del 2011 y se llevó por delante el que era el inmueble más antiguo de esta localidad, que contaba con un siglo de historia. Desde entonces, los usuarios de las cercanías que cubren el trayecto entre Alicante y Murcia han contado con una serie de módulos prefabricados que hacían las veces de estación. Pero se calcula que antes de que acabe este año el nuevo edificio estará en funcionamiento porque según dijo ayer el alcalde, Damián Sabater, se espera que a finales de agosto esté concluida la obra del nuevo apeadero.
Será entonces cuando comiencen los trabajos para electrificar la línea e instalar la señalización y las medidas de seguridad, algo que ya no provocará tantas molestias a los vecinos como las de las obras que se están ejecutando desde finales de 2011.
Ubicación
La nueva estación ha cambiado de ubicación con respecto a la anterior puesto que ahora se emplaza en la parte del arcén más cercana al casco urbano. Sabater explicó que los viandantes contarán con un paso subterráneo para poder acceder al segundo andén, que servirá además para que crucen hasta la estación los peatones que accedan desde enfrente, por lo que ya no habrá que cruzar las vías por la parte superior. Asimismo, detalló que la nueva plataforma ferroviaria contará con aparcamientos a ambos lados de los arcenes.
El primer edil dijo que la obra también ha tenido en cuenta la construcción de un paso subterráneo para los vehículos agrícolas que circulan entre el casco urbano y los terrenos de cultivo para facilitar el trasiego y que su pretensión es que los demás utilitarios utilicen el puente elevado para salvar las vías. Se espera que este sea el primero de los tramos que finalicen en al ejecución de las obras del AVE en la Vega Baja.
