Las ciudades de Torrevieja y Orihuela han vivido este fin de semana jornadas intensas en las que las sevillanas han sido las protagonistas. Mientras la ciudad de la sal celebraba su tradicional Feria de Mayo que aspira a convertirse en una fiesta de Interés Turístico Autonómico por su dilatada trayectoria, la Asociación Virgen del Rocío también se instaló en el recinto de los Huertos para celebrar sus fiestas en honor a la Blanca Paloma, una actividad que cada vez cuenta con más adeptos. Tras varios días de diversión ambas localidades cerraron ayer sus ferias pero vecinos y visitantes disfrutaron hasta el último minuto.

En Orihuela, los devotos de la Virgen del Rocío, realizaron una romería desde la parroquia de San Antón a la cual pertenece la imagen de la Blanca Paloma hasta el recinto ferial de los huertos donde tuvo lugar una misa de campaña amenizada por el coro rociero de la asociación. Tras la eucaristía, tuvo lugar el concurso de paellas en las casetas que estuvieron abiertas hasta la vuelta de la talla al templo que la ampara.

Por su parte, la ciudad de sal celebró uno de los actos más atractivos de la feria: el gran espectáculo ecuestre. La empresa JP deleitó al público con las piruetas de sus caballos en el recinto portuario de Torrevieja antes de que tuviera lugar el segundo concurso de sevillanas a beneficio de la ong Nueva Fraternidad. Academias de baile y coros rocieros amenizaron la jornada que se alargó hasta la media noche en las casetas del Real donde no se dejaron de servirse tapitas y rebujito entre todos los asistentes a la cita.