El alcalde pedáneo de Pinar de Campoverde,Fernando Collazo, ha presentado su dimisión al alcalde, Fidel Ros (PP), después de ser denunciado por su pareja por un supuesto caso de violencia de género. Fuentes del equipo de gobierno de Pilar de la Horadada confirmaron este hecho y que va a ser aceptada, aunque limitaron los hechos a una denuncia por supuestas amenazas en el ámbito doméstico. Según fuentes consultadas por este diario, Collazo, de unos 60 años, protagonizó una fuerte discusión con su mujer en su residencia de Pinar de Campoverde hace ocho días. En el trascurso de ese episodio, el pedáneo, militar retirado, habría esgrimido un arma de fuego para la que tiene permiso, según recoge la denuncia, aunque él ha negado este extremo al alcalde y asegura que no llegó a salir del armero. La mujer denunció a la Guardia Civil y a la Policía Local, que acudieron al lugar y Collazo fue arrestado. El pedáneo pasó la noche en el calabozo de la Guardia Civil de la Torre de la Horadada. Fuentes del equipo de gobierno indicaron que el denunciado está «hundido» por lo sucedido y la repercusión que podría tener el caso. De hecho, estuvo ilocalizable para los responsables municipales todo el fin de semana y solo pudieron contactar con él por primera vez el miércoles por lo sucedido.
El alcalde Ros adoptó el sistema de designación de pedáneos durante este mandato. Nombró a siete, distribuidos entre Pinar de Campoverde (una amplia zona residencial situada al norte del término municipal con más de 4.000 vecinos, la mayoría de origen extranjero), La Torre de la Horadada, Riomar, Los Hortelanos, Los Sáez, Mil Palmeras y La Cañada. Aunque no perciben retribuciones y no es un puesto contemplado oficialmente en la normativa de la administración local, los designados tomaron incluso posesión de sus cargos con un acto protocolario organizado en el salón de actos de la Casa de Cultura, en octubre de 2011 y en el que juraban desarrollar sus atribuciones. El cargo de pedáneo es especialmente relevante en municipios con términos extensos. Recogen las peticiones de los vecinos y en muchos casos representan al primer edil en sus zonas. El objetivo es acercar la gestión municipal a estas zonas alejadas del casco urbano. «Con los pedáneos viviremos más el día a día y la realidad de barrios y áreas de nuestro municipio que han estado más olvidados», explicó Ros para argumentar su decisión en aquel momento.
