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El Ayuntamiento debe 160.000 euros

Las playas de Orihuela están sin socorristas por una deuda con la adjudicataria

El Ayuntamiento aceptó una petición de la mercantil antes de Semana Santa para rescindir un contrato asumiendo que estaba sin cobrar desde septiembre y que el margen de beneficio era tan pequeño que les era imposible seguir trabajando en esas condiciones

Las playas de Orihuela están sin socorristas por una deuda con la adjudicataria

La adjudicataria del servicio de vigilancia y socorrismo en las playas de Orihuela pidió hace semanas resolver el contrato con el Ayuntamiento porque se les adeudaba alrededor de 160.000 euros desde septiembre y no podía seguir adelante. Según ha podido saber INFORMACIÓN, la mercantil pidió a los responsables municipales rescindir de mutuo acuerdo, incluso, antes de la campaña de Semana Santa de este año al considerar que era «incapaz» de seguir prestando el servicio en la actual situación y por los retrasos en las mensualidades, ya que, aunque cobró los meses de junio y julio de 2013 a finales de ese año (concretamente, en diciembre); aún no ha percibido agosto y septiembre de 2013, a lo que hay que sumar los gastos por los servicios prestados en Semana Santa de 2014.

Se da la circunstancia de que el alcalde, Monserrate Guillén (Los Verdes), junto a la concejala de Hacienda, Carolina Gracia (PSOE), salió al paso hace algunos meses de las críticas de la oposición sobre la deuda municipal y para justificar el hecho de no haber pedido una ampliación del Plan de Ajuste para el pago a acreedores -como consideraba el PP que tenía que haber hecho - con base en que su gestión no generaba deudas.

El Ayuntamiento adjudicó en junio de 2013 a la mercantil Ambuibérica SYA el servicio de vigilancia y socorrismo de las playas por 311.235 euros anuales y por un periodo que comprendía desde ese verano y hasta la Semana Santa del 2015. Sin embargo, la adjudicataria se ha visto obligada a resolverlo porque, y así lo justificó, el precio estaba muy ajustado y le era imposible hacer frente a los servicios con unos periodos de pagos «tan amplios». De esta forma pidieron rescindir el contrato incluso antes de la pasada Semana Santa aunque finalmente mantuvieron el servicio, a petición del Ayuntamiento, que se veía sin el servicio de vigilancia a punto de iniciarse la temporada turística.

Alargar la finalización del contrato hasta que se finalizase el periodo vacacional de Semana Santa fue un parche al caos al que se enfrenta el Ayuntamiento con respecto a su oferta de sol y playas, que es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. El reloj corre ahora en contra del Ayuntamiento que debe adjudicar de nuevo el servicio.

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