Chiringuitos del SL, la única empresa que ha superado las tres cribas del Ayuntamiento de Orihuela para la adjudicación por cuatro años (prorrogable por otros tres) de los quioscos de playa, toldos, hamacas, tablas de windsurf y motos acuáticas, adeuda al municipio cerca de 800.000 euros, según confirmó INFORMACIÓN en fuentes municipales. El concejal de Contratación, Víctor Ruiz (PSOE), no realizó ayer declaraciones al periódico ni sobre este asunto ni sobre la situación que existe desde comienzos de mes, cuando se rasgó el último sobre de la plica entre acusaciones de otros aspirantes -algunos han anunciado la presentación de un recurso contencioso contra el pliego de condiciones- porque se les había eliminado previamente por una exigencia insólita, según entienden, como era tener un requisito de solvencia -una «Q» de calidad- que prácticamente se compra porque se certifica por una empresa privada. La situación es tan tensa que Orihuela ha dejado pasar la campaña de Semana Santa sin negocios ni servicios que ofrecer en primera línea de playa a sus turistas y vecinos en una de las mejores temporadas de sol que se recuerda en años.
La deuda de 800.000 euros no le impide, a priori, a Chiringuitos del Sol ni concursar ni ser la adjudicataria porque esta cuantía no está certificada como deuda tributaria, pero la cuestión que subyace y plantean abiertamente algunos ediles que ahora están en contra, es cómo se va a dar un contrato de esta cuantía a una empresa que a su vez debe tanto dinero al Ayuntamiento oriolano y, sobre todo, ¿cuándo pretende pagarnos?
De hecho, el contrato de los chiringuitos es uno de los más jugosos que ofrece Orihuela tanto para el adjudicatario como para las propias arcas públicas porque el municipio tiene más banderas azules que ningún otro en la Comunidad (hasta siete) y eso es una oferta que atrae a miles de turistas hasta los once chiringuitos que se podrán instalar. Es decir, Orihuela ingresa y la empresa gana mucho dinero. Beneficio para todos.
Pero el contrato, que salió durante la etapa de Rosa Martínez (PSOE) como responsable del área, que supervisó la edil de Costa, Martina Scheurer (Los Verdes) y que ahora está en manos de Víctor Ruiz, tiene más cuestiones peliagudas. La primera es que el adjudicatario ofreció sólo 360.000 euros anuales cuando la puja mínima eran de 350.086,4 euros; es decir, menos de diez mil euros, lo cual podría a dar a entender que tenía poco interés o que sabía que nadie más tenía el citado requisito de solvencia, tal y como sostienen otros empresarios del sector que aseguraron al periódico que nadie los ha pedido nunca en otros municipios, que fue una sorpresa y que les dieron un plazo de 48 horas para subsanar las plicas y presentarlo, algo que era materialmente imposible.
Acusaciones
Pero no sólo es que «Chiringuitos del Sol» ofreciera esa cuantía por cuatro años por manejar las playas de Orihuela, sino que es exactamente la mitad de lo que pagó en 2006 por adjudicarse el servicio siendo alcalde José Manuel Medina (PP), entre acusaciones socialistas -entonces- de amaño y de haberlo dado a dedo. Durante la pasada legislatura y con la excusa de que eran dos chiringuitos menos se rebajó ese canon -con el plácet municipal- hasta los 550.000 euros y ahora salió a subasta por 350.000 euros. Ahora bien, el adjudicatario tendrá que pagar con el nuevo los cerca de 200.000 euros anuales a la Dirección Provincial de Costas por tratarse de una concesión demanial de suelo público.
El alcalde ha mantenido varias reuniones durante las últimas semanas sobre este tema tanto con los técnicos como con aspirantes al contrato que han denunciado las irregularidades e, incluso, otros responsables municipales se han sentado a la mesa con Chiringuitos del Sol por esta deuda pendiente de cobro que se ha generado esta legislatura y no antes.
