No por esperadas las noticias dejan de ser menos dolorosas. Ha ocurrido con el fallecimiento de Raúl Ferrández Giménez, fundador y director de la Escuela Municipal de Teatro de Torrevieja, quien tras afrontar con dignidad y entereza la enfermedad que acabó con su vida, murió en la tarde del pasado jueves arropado por su mujer, María José Arias (Yeyu); y su hija, Asia.

Raúl, de 52 años de edad, estudió en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y en Murcia. Desarrolló su labor como actor en compañías nacionales y fue escritor de obras teatrales. Tras esta etapa vital se volcó en recuperar una tradición local: el arte de Talia, casi perdida en la ciudad. Con su trabajo creó día a día una numerosa cantera de actores, alguno de los cuales cuentan actualmente con proyección nacional.

Últimamente, el Ayuntamiento de Torrevieja acordó dedicar el nombre de una calle a este dramaturgo dotado de una inteligencia brillante y unas cualidades innatas para la escena de las cuales destacaba su perfecta dicción.

Ayer, a lo largo del día,fueron centenares de personas las que acudieron a rendirle homenaje a la capilla ardiente instalada en el Teatro Municipal y, posteriormente, fueron a su entierro.

«Se ha muerto el alma, el padre del teatro actual en Torrevieja», comentaba a este Diario compungida una de sus alumnas. Su familiares pueden estar seguros de que no llorarán solos.