La socialista Pilar Díaz asumió ayer la Alcaldía de Jacarilla gracias a los votos de los seis concejales que suman el PSOE, Agrupación Democrática de Jacarilla y Gente de Jacarilla, un tripartito que cogió las riendas del gobierno local tras las elecciones de 2011 y que hoy se tambalea. La nueva regidora tiene en sus manos la vara de mando pero no la llave de la gobernabilidad, porque su antecesora en el cargo, Belén Martínez, ha manifestado abiertamente durante los últimos días que Díaz no goza de su confianza. La estabilidad del gobierno municipal dependerá pues de los acuerdos a los que lleguen estas dos concejalas, que ayer se saludaron por primera vez después de varias semanas sin siquiera hablarse.
Sola. Así llegó ayer Pilar Díaz al salón de plenos minutos antes de que arrancara la sesión. El semblante de su cara seria y nerviosa evidenciaba que no sabía si recibiría los votos suficientes para convertirse en alcaldesa o si, por el contrario, Martínez regalaría la Alcaldía al Partido Popular de Gloria Pérez, que cuenta con cinco ediles. Nadie de los presentes en la sala, atestada de cargos socialistas, sabía a ciencia cierta qué iba a pasar. Era un secreto a voces que durante los últimos días integrantes de Gente de Jacarilla había iniciado conversaciones con el PP para valorar una alternativa de gobierno. La situación, podía pues repetirse de nuevo porque Belén Martínez, que fue cabeza de lista del PSOE en 2007, fue expulsada de ese partido y declarada tránsfuga por apoyar precisamente a un gobierno local de centro-derecha. En esta ocasión los populares rechazaron su oferta.
La elección del nuevo alcalde a través de voto secreto en una urna no hizo más que aumentar el nerviosismo de la alcaldable, que respiró tranquila cuando la secretaria del Ayuntamiento anunció que había obtenido seis votos frente a los cinco de la candidata popular.
Pilar Díaz «prometió de todo corazón» su fidelidad al cargo y, en un gesto de acercamiento, dijo que prefería que las primeras palabras las pronunciaran los portavoces del resto de partidos. La primera en hablar fue Belén Martínez, quien le lanzó el primer dardo envenenado. «De ti depende la gobernabilidad del tripartito», le advirtió. Cabe recordar que la tensión entre las dos ediles se ha disparado en los últimos días porque Martínez puso como condición al relevo en la Alcaldía que ella asumiría las competencias de Cultura y Fiestas, que hasta ahora ostentaba Díaz ; algo que esta última considera que no se contemplaba dentro del pacto sellado al principio de la legislatura, que establecía que el cargo se rotaría en turnos de 16 meses entre los tres cabezas de lista.
A la salida, numerosos cargos socialistas de la Vega Baja arroparon a Díaz, entre ellos Joaquín Hernández, quien en los próximos días firmará una moción de censura en Dolores de la mano de un partido independiente para desbancar al PP y encabezará el décimo equipo de gobierno de la comarca con participación del PSOE.
