En los pasillos del colegio Jesús-María de San Agustín ya se oye el sonido de trompetas y tambores. Basta con seguir ese sonido para encontrar su particular Semana Santa. La que hacen los alumnos con sus propias manos para homenajear a los pasos e imágenes de la Semana Mayor de su ciudad, declarada de Interés Turístico Internacional, y para recordar los valores y enseñanza que Jesucristo dio en sus últimos días de vida antes de su resurrección.
La Semana Santa del centro escolar se ubica en a penas cinco metros cuadrados y es que las piezas que la conforman son réplicas en miniatura de los pasos oriolanos. Cada año, dirigidos por la profesora de Religión y religiosa de Jesús María, Inmaculada García Gálvez, los alumnos trabajan unos valores en clase y los relacionan con un determinado momento de la Pasión de Cristo que es el que luego utilizan en su recreación de la Semana Santa oriolana en miniatura. De esta forma, la docente recuerda que el año en el que recrearon la cofradía de El Lavatorio en clase se estaban trabajando valores como el servicio o la humildad. El año pasado quisieron recordar la festividad de Domingo de Ramos «aunque las procesiones que salen por la noche no tengan que ver con la cronología real de la Pasión de Cristo». Una vez que representaron el Cristo de Zalamea era el momento de homenajear a la cofradía de La Flagelación (Los Azotes). Según indica la religiosa, «no nos atrevíamos a hacer estos tronos porque creíamos que con el material reciclado con el que elaboramos esta procesión iba a ser muy difícil recrear el paso de la Coronación de Espinas y de la Flagelación pero al final y gracias al empeño de tres profesoras del centro, la pusimos en marcha».
Taller de artesanía
Las tres docentes de las que habla Inmaculada García son las encargadas de dirigir un taller de artesanía que tiene el centro y son Desireé Insa, Tamara Navarro y María José García. Esta actividad fue creada por el colegio como un taller de manualidades al que se puede apuntar los alumnos que quieran y que tiene un fin solidario y es que los objetos que crean sus participantes se venden en un mercadillo con el objetivo de recaudar fondos para los proyectos que la congregación de Jesús-María tiene en Bolivia para su desarrollo educativo.
De esta forma, fue el taller de artesanía el encargado de realizar los pasos que conforman la cofradía de Los Azotes mientras que los alumnos crearon en clase de Religión los nazarenos y cofrades que los acompañan.
La exposición se completa con las aportaciones que ha realizado la propia cofradía de La Flagelación en manos de su presidenta María García. Entre los objetos que ha cedido para la muestra se encuentra una vesta de la agrupación, cobertores, la bandera infantil, un gran tapiz y la música que suele acompañar a sus pasos durante la noche del Domingo de Ramos. Asimismo, un niño de seis años ha dejado un helicóptero y un camión para representar los cuerpos de seguridad que tratan de que la Semana Mayor de Orihuela se celebre sin ningún tipo de incidentes.
