La mayoría de vecinos que disfrutan de los Huertos de Ocio del Ayuntamiento (parcelas que se les cedieron durante cinco años para poder plantar cultivos para autoconsumo) han firmado un documento para pedir a la alcaldesa, Charo Bañuls (PP), que no les obligue a desalojar los terrenos antes de celebrar el sorteo mediante el cual se decidirá quiénes serán los bigastrenses que tendrán derecho a disfrutarlas durante el próximo lustro. Los firmantes consideran que no tiene sentido dejar las tierras -algunas de ellas con verduras y hortalizas que aun no estan listas para la recogida- porque, si resultan agraciados en la nueva rifa y se les adjudica otro trozo, tendrán que desmontar los sistemas de riego por goteo para volver a empezar de nuevo, más si cabe cuando aun no se sabe cuánta gente se ha inscrito para hacerse con una de estas pequeñas fincas.
El 7 de febrero los arrendatarios de estas 25 parcelas de unos 200 metros cuadrados recibieron un escrito del consistorio para notificarles que en un plazo de dos meses tendrían que dejar los terrenos en el mismo estado en el que los recibieron. En su mayoría, son desempleados y jubilados de la localidad que pasan parte de su tiempo libre en la huerta cultivando productos que luego se llevan a casa. Daniel Gómez, parado de 52 años, explica que lo que quieren pedir al gobierno local es que los vecinos que durante todo este tiempo han mantenido sus fincas en un estado óptimo tengan cierta prioridad a la hora de elegir fincas en el sorteo en el caso de que resulten agraciados. Esta petición está motivada en que existen varias parcelas que están abandonadas por los vecinos a los que le tocaron en la rifa y no han sido aprovechadas. Por ello, cuenta que tanto él como el resto de beneficiarios de este programa quieren pedir que primero se haga una lista con las personas que estén interesadas y luego se calcule cuántas parcelas están abandonadas y cuánta gente quiere una, porque no tendría sentido desalojarlos para luego volver a adjudicarles otra parcela.
Mariano García es otro de los parados, de 63 años, que mantiene cultivadas habas, ajos, cebollas o puerros para el consumo de su familia. También critica que el Ayuntamiento no les haya citado para explicarles qué se va a hacer y pide consensuar una solución antes de que les obliguen a retirar toda la siembra. Otro problema es que algunos vecinos recibieron las parcelas hace menos de cinco años y no están dispuestos a cederlas todavía
La regidora estimó ayer que hablará con ellos, aunque replica que el acuerdo era para cinco años y si hay más vecinos interesados hay que volver a sortearlas, porque todos tienen derecho a disfrutar de estos huertos. Aun así, dijo que no se echará a nadie mientras tenga cosechas que no estén listas para la recogida.
