Una grieta, como si de una herida se tratase, lastimaba el cuerpo del Cristo yacente en los brazos de su madre en el descendimiento de la cruz. La imagen de Jesús en el paso titular de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores de la Semana Santa oriolana sufría una fisura que recorría todo su brazo y que había alcanzado una anchura de 1,5 milímetros. La actuación a tiempo por parte de la agrupación encabezada por su presidenta, María Dolores Bregante, ha permitido recuperar de forma íntegra la pieza para que pueda salir en procesión el próximo Domingo de Ramos -el próximo 13 de abril- y el Viernes Santo -18 de abril-.

La Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores confió la restauración de su paso a la restauradora del Museo Diocesano de Arte Sacro, Pilar Vallalta, ya que esta profesional no solo ha realizado diversos trabajos en la entidad museística sino que ya ha restaurado otros pasos de la Semana Santa oriolana como la virgen María Santísima del Perdón de la Cofradía del Perdón tal y como recogió INFORMACIÓN. De esta forma, Vallalta está haciendo una gran labor en la ciudad de recuperación de su patrimonio al que suma ahora la restauración del paso titular de la mayordomía que es una obra del escultor Federico Coullaut-Valera y que data de 1943.

El paso del tiempo y el movimiento del paso que tiene un peso de alrededor de 3.000 kilos, según señala Bregante, habían generado esta grieta que se había acrecentado «por los cambios de temperatura», comentó Vallalta. De esa forma, el trabajo de la restauradora consistió en ocultar la herida con un trabajo artesanal y mucha paciencia, una virtud de la que la restauradora puede presumir. Vallalta comenzó su labor encolando la grieta e intentando que volviera a su sitio. Más adelante, introdujo pequeñas láminas de madera en un proceso de engatillado que culminó, «eliminando los sobrantes de la madera».

Para volver a recuperar la fisionomía de la imagen del Cristo yacente en los brazos de su madre, Vallalta reintegró el volumen del brazo con «un aparejo que es una mezcla de yeso moreno y cola». Tras esto, tuvo que limpiar, unificar zonas y reintegrar el color de la figura. En este sentido la restauradora explica que este proceso de consecución del color de la imagen se hace a través de acuarelas. «Los restauradores utilizamos materiales distintos para no generar lo que llamamos falsos históricos», indica Vallalta quien añade que, «lo que conseguimos es que dentro de unos años, cuando alguien coja de nuevo la imagen para restaurarla, sepa que esta pintura no es la original y que responde a un proceso de restauración».

La labor para recuperar una de las piezas de la Semana Santa oriolana y la principal imagen de la tarde de Domingo de Ramos, concluyó barnizando la pieza para recuperar su brillo.