Los dos extremos de la masa laboral provincial se han visto seriamente perjudicados durante esta crisis. La falta de oportunidades laborales afecta a jóvenes y mayores. No obstante, además de los cambios de la reforma laboral, los trabajadores con más de 65 años se tuvieron que enfrentar el pasado año a las repercusiones de la reforma de las pensiones, que prolonga la vida laboral hasta los 67 años, de forma progresiva. Así, es curioso cómo en la comparativa anual del desempleo en la provincia en 2013 esta franja de edad registra una tasa del 17,9% cuando anteriormente la incidencia era nula. Entre otras, dos causas son las que habría que atribuir a este salto cuantitativo. La primera, la entrada en vigor el pasado año de los cambios en el sistema de pensiones, que ha obligado a retrasar la jubilación -en 2013 fueron unos meses más, para algunos-, según la fórmula de progresión fijada en la normativa, explica Yaissel Sánchez, responsable de Empleo de UGT l´Alacantí-La Marina. En esta tasa de paro se incluiría a los que están a punto de jubilarse, pero, sin embargo, han podido ser despedidos de sus empresas y seguir siendo demandantes de empleo hasta la fecha de su retirada laboral. Paralelamente, puede darse la circunstancia de que pese a estar próximos a la jubilación, muchos trabajadores no tengan cotizado el suficiente tiempo «para acceder a una pensión digna, por lo que optan por prolongar su vida laboral y, si no tienen trabajo, ser demandantes de empleo». La comparativa también refleja que la tasa de los parados de más de 55 años ha crecido desde 2009 más de once puntos. Al cierre del pasado año se situaba en el 25,7%.
