La factura anual de la basura en Orihuela cuesta mucho menos con una gestión pública que privada. Eso dijo ayer el alcalde, Monserrate Guillén (Los Verdes) en una comparecencia en la que aseguró que del presupuesto de 8,8 millones de euros que tenía para 2013, al cierre del año y pagadas todas las facturas a fecha 31 de diciembre, le han sobrado algo más de 5.600 euros.

¿Qué le habría costado al municipio el servicio a través de una gestión privada? Concretamente, 10,5 millones de euros, que era el contrato suscrito la pasada legislatura por el Ayuntamiento que presidía Mónica Lorente (PP) por diez años (prorrogables por dos lustros) con la UTE Orihuela Capital de la Vega Baja (Sufi, Liasur y Gobancast) y que a comienzos de 2012 se rescató por los entonces con competencias Pablo Vidal (no adscrito por CLr-Claro) y Asún Mayoral alegando irregularidades e incumplimientos del mismo y con el plácet del Consejo Jurídico Consultivo.

Guillén no ciñe el ahorro a esa cantidad, sino que comenzó a sumar los impuestos que no se pagan cuando un servicio se asume y no se abonan facturas: «El ahorro es muy importante si tenemos en cuenta que el IVA que se tiene que pagar por un contrato de basuras es el 21% y, cuando recuperamos el servicio, nos ahorramos esto (el IVA), el beneficio industrial del 6% y los gastos generales del 12%. Es un ahorro entre un 30 y 40%. Algo importantísimo».

De hecho, Los Verdes y el PSOE ligaron buena parte de su suerte política en esta legislatura a demostrar que la basura era el principal mal -político y económico- de Orihuela y dar estas cifras de ahorro vendrían a demostrar su teoría de que hay más intereses que los públicos cuando se adjudica un servicio tan importante y tan caro (más de 12% del presupuesto municipal y que los ciudadanos con sus impuestos no cubren más del 40% del coste). Pero Guillén, en minoría en el pleno, sabe que es incapaz de sacar adelante una gestión pública mediante una empresa municipal, que era su objetivo, porque no cuenta con respaldos y menos desde que el PP y CLr han pactado un acuerdo que, precisamente, pivota sobre sacar adelante un nuevo contrato de las basuras.

«Me habría gustado tener esta gestión (la de las basuras) con una empresa municipal porque agilizaría este asunto pero nuestros compañeros de PP y de CLr, ahora no adscritos, no lo consideraron en su día porque no entienden que ese beneficio que se queda en el municipio se deba quedar en él, lo que pretenden es que el beneficio vaya a otro sitio y entren en juego los padrinos porque parece que hay más de uno», dijo el alcalde sabiendo que, sin citar a nadie, todos lo entienden.

Guillén destacó otro aspecto importante de la gestión pública del servicio, como es el hecho de que se controla perfectamente los derechos y la situación de los trabajadores (más de 135). «Se ha respetado la plantilla de trabajadores y se ha ampliado para fines de semana y algún día más. Hay convenio hasta 2015 con los derechos de los trabajadores respetados. El acceso se ha hecho con una bolsa que ha respetado los méritos de igualdad, mérito y capacidad» refiriéndose explícitamente a la situación de Alicante, que está en pleno conflicto por los recortes que la adjudicataria quiere aplicar a la plantilla.