«Fabra, cerraste Canal 9 para no cerrar colegios. Cumple tu promesa». Con ésta y otras pancartas reivindicativas la comunidad escolar del Colegio de Infantil y Primaria Ciudad de Oviedo Número 13 se echó ayer a la calle para exigir a la Conselleria de Educación que revoque su decisión de cerrar el centro. Una protesta con un cariz especial porque alumnos, familiares, maestros y trabajadores exigen que no eche el cierre un colegio creado en barracones en 2007 y que sigue en ellos a la espera de la promesa, que no se cumplirá, de que se levante uno de ladrillo.
La Generalitat tiene previsto que las 14 unidades de prefabricadas en las que cursan sus estudios más de 200 alumnos cierren sus puertas en junio y los matriculados se repartan entre el resto de centros de Torrevieja. Sobre todo en el Colegio Acequión, que cuenta con 9 unidades vacías desde que culminó su reforma y ampliación este curso a tres aulas por nivel. Además de alumnos y familiares, que reflejaban la gran diversidad de orígenes y procedencias de esta comunidad, acudieron a la protesta las asociaciones de padres de otros en una protesta que discurrió entre el colegio, situado en Las Torretas, hasta el centro de Torrevieja, para terminar en la Plaza de la Constitución frente al Ayuntamiento. Ángel Sáez (PSOE), José Manuel Dolón (Los Verdes) y Vicente Henarejos del sindicato de Enseñanza STEPV, acudieron a respaldar la concentración que se prolongó hasta pasadas las seis de la tarde. «¿Dónde está el colegio que nos prometieron?», coreaban los alumnos.
El alcalde Eduardo Dolón (PP) se encontraba ayer en la Feria Internacional de Turismo de Madrid y la edil de Educación, Rosario Martínez Chazarra, acudió a la concentración. Todas las formaciones municipales respaldan la reivindicación, aunque con matices. El alcalde recordó que con la decisión dejan las prefabricadas, aunque olvidó reseñar que el Consell se comprometió a levantar un nuevo centro. El PP ha recordado en los últimos días que se convocó un Consejo Escolar Municipal urgente para tramitar las alegaciones contra el cierre del centro -finalmente presentadas ante la Generalitat- y el encuentro no obtuvo quórum para debatirlas.
La comunidad escolar del Ciudad de Oviedo asegura que el cierre supone la pérdida de 30 puestos de trabajo: 7 monitoras de comedor, 2 cocineras, la conserje y las personas que se ocupan de la limpieza del centro, además de la repercusión en las empresas que se encargan del abastecimiento y los maestros en comisión de servicios que, con el cierre del colegio, se incorporarán a su plaza dejando fuera al interino que la ocupa en este momento.
