El alcalde Monserrate Guillén negó ayer haberse reunido con un imputado en el caso Brugal para poner en marcha una planta de tratamiento de basuras. En cambio, apuntó que «sí que me reúno con imputados todos los días... En el pleno, hasta 5». El ecologista dijo que se había citado a los ediles Mónica Lorente y Juan Ignacio López-Bas para contar con su beneplácito y poder poner en marcha un proyecto que había conocido en Rivas-Vaciamadrid para la eliminación de la basura que supondría una inversión de diez millones de euros pero serviría para que el Ayuntamiento ingresase al año dos millones de euros a través de la empresa municipal Surpal Fomento «que está inoperativa». Este sistema dijo que no tenía nada que ver con «gusanos» y explicó que se trataba de la eliminación de las 40.000 toneladas de basura que genera Orihuela a través de un sistema de vapor de agua «y sólo el 7% del total se tendría que llevar a vertederos, porque el resto se recicla». Sin embargo, dijo que también se había reunido con un concejal de un municipio cercano «que iba acompañado de un señor y querían mancomunar el servicio de la basura pero no me gustó el proyecto» y aclaró que fue Lorente quien «me dijo que me había reunido con un imputado, pero lo sabrá ella que es quien los conoce».