Los niños y niñas de Almoradí que hasta el 30 de diciembre acudían al Centro de Atención Temprana (CAT) de Callosa de Segura no saben dónde seguirán recibiendo sus tratamientos. El servicio ha sido privatizado y los menores callosinos que lo utilizaban han sido derivados a un centro privado de la misma localidad. En principio, los pequeños almoradidenses que también recibían allí estas atenciones iban a ser tratados en el CAT que inauguró la Generalitat hace tres años en su municipio, pero hoy sigue cerrado y sin funcionar. Los padres y madres de los afectados se sienten desamparados porque mañana mismo deberían retomar sus terapias pero ninguna administración les ha comunicado cómo se afrontará la nueva situación.

A este respecto, la edil de Izquierda Unida (IU) de Almoradí, María Jesús Pérez Galant, en la oposición, registró el 30 de diciembre una solicitud en el Ayuntamiento para que se convocara urgentemente la Comisión de Servicios Sociales con el objetivo de abordar la situación y facilitar «una información clara sobre dónde y cómo van a seguir recibiendo los niños la rehabilitación que requieren».

Pérez Galant recuerda que el CAT de Almoradí lleva cerrado casi tres años y, aunque se anunció que se iba a abrir para dar servicio a los menores almoradidenses, la concejala exige «que se de ya una fecha para conocer cuándo se pondrá en funcionamiento».

La edil de izquierdas critica que hasta el momento el Ayuntamiento «no ha dado ninguna respuesta a esta solicitud». «Se ha contactado con la edil responsable de Servicios Sociales pero ni nos ha dado fecha para la Comisión ni nos ha aclarado nada que pueda dar tranquilidad a las familias», prosigue.

En la solicitud registrada, además de la convocatoria de dicha Comisión, el grupo de IU también pidió «transparencia en la información sobre la situación de estos niños y niñas» y solicitó conocer las condiciones relativas a si el centro de Almoradí va a ser de gestión privada o pública y, en su caso, saber cómo afectaría económicamente a dichas familias.

«Es indignante que ante un problema tan serio como este haya tal descoordinación entre las distintas administraciones», dice en referencia a los ayuntamientos de Callosa y Almoradí, así como al Consell.

Para la edil de IU, el alcalde de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado (PP), es «el máximo responsable de esta situación por permitir el estado de incertidumbre al que se ha llegado y por no ejercer más presión ante la consellera de Bienestar Social, que se desentiende del tema ante la falta de sensibilidad hacia estas familias».