El bloqueo de la gestión local con un gobierno en minoría y unos resquicios legales que impiden a la mayoría consolidar una moción de censura ha abierto en Orihuela una reflexión. Alimentada incluso desde las propias filas del bipartito Los Verdes-PSOE, se habla de la posibilidad de que las administraciones locales pudieran anticipar también las elecciones municipales -fijadas cada cuatro años sin más margen-, como se hace en el caso autonómico y estatal. Ante el tapón administrativo con el que se encuentra la gestión del gobierno municipal de Orihuela, algunos cargos públicos cuestionan que la anticipación electoral no se contemple precisamente en el ámbito más cercano al ciudadano. Los 4.000 votantes que confiaron en el programa de CLr-Claro «no pueden pensar lo mismo ahora que hace dos años», apuntan trasladando también probables cambios en la intención de voto al resto de formaciones del PP, PSOE y Los Verdes.
En las municipales de mayo de 2011 el PP fue la lista más votada, pero el pacto a tres bandas acordado por el resto de formaciones (PSOE, Los Verdes, CLr-Claro) aunando votos y concejales obtenidos permitió un gobierno tripartito de otro color por primera vez en décadas. El pacto se rompió pronto pero la herramienta de la moción de censura, válida para renovar la gestión local y dar estabilidad a la administración cuando un gobierno queda en minoría frente a la oposición, no es operativa en Orihuela. Los intereses de unos y otros para alcanzar, mantener o condicionar el poder local y una permeabilidad política que aventura cambios de apoyo en cuestión de horas, han permitido estirar la legislación al punto de inmovilizar dos propuestas de moción de censura del PP.
