Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Del Riancho al Teatro Circo pasando por el Casablanca

El séptimo arte va a desaparecer de la ciudad pese a que es una actividad arraigada en la zona y así lo demuestran la gran cantidad de salas con las que contaba el municipio. En la segunda mitad del siglo XIX los oriolanos tenían muchas opciones si querían ver una película. Los más mayores recuerdan el «Riacho», detrás de la calle San Pascual junto al río, el «Teatro Circo» o el «Casablanca» que también hacían sesiones en verano. Esta sala se encontraba justo al lado del bar que conserva ese nombre y que era la cantina del cine cuando éste estaba abierto.

Además de estas salas estaban las que sí recuerdan los más jóvenes: el «Avenida», junto al Colegio Andrés Manjón y el «Novedades» donde actualmente tiene su sede la Unión Lírica Orcelitana. También había proyecciones en el Oratorio Festivo, el convento de Capuchinos, en la Plaza de Toros y en el Colegio Santo Domingo pero solo para alumnos pero las primeras se hicieron en el teatro de La Corredera. R. V.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats