Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Orihuela

Un juguete multimedia para estudiar

El Colegio Virgen de Los Desamparados se suma al proyecto piloto de cambiar los libros de texto por tabletas

Una alumna de quinto de Primaria que usa tableta TONY SEVILLA

Convertir lo que hasta ahora ha sido concebido por los niños como un instrumento de entretenimiento en su herramienta de aprendizaje. Este es el reto al que se enfrenta el colegio Virgen de Los Desamparados, de la pedanía oriolana con el mismo nombre, ya que este curso se ha unido al programa experimental de la Conselleria para fomentar la utilización de dispositivos electrónicos, las llamadas tabletas, en los procesos de enseñanza-aprendizaje al que se han unido 24 centros de toda la Comunidad entre los que también se encuentran otros de la comarca de la Vega Baja como el Ciudad del Mar y Nuestra Señora del Rosario de Torrevieja.

Los alumnos de quinto de Primaria del centro han cambiado este año los tradicionales libros de texto por su versión digital. Este cambio les ha abierto un nuevo mundo de posibilidades que, según el director del centro Juan José Cubí, «motiva el aprendizaje». Este colegio, que ya ostentaba el título de Centro Educativo Inteligente que solo tienen 18 centros en toda la Comunidad Valenciana por tener múltiples recursos informáticos, se unió a esta convocatoria tras consultar con los padres y someter el asunto al veredicto del consejo escolar. Cubí explica que el principal problema del programa es que no llevaba asignación presupuestaria por lo que los padres tenían que hacerse cargo del coste de la tableta y de las licencias de los libros digitales. Por esta razón, hizo una reunión con las familias para ver si estaban dispuestas a hacer la inversión «y tuvimos la suerte de que como la mayoría de niños había hecho la Primera Comunión el año pasado, habían pedido como regalo la tableta». De esta forma, el principal gasto «estaba resuelto».

Con el apoyo de más del 80% de los padres y el beneplácito del consejo escolar, donde está representada toda la comunidad educativa, el director siguió adelante al comprender todas las ventajas que ofrece estos dispositivos digitales «entre las que se encuentran que los niños no tengan que soportar el peso de los libros ya que van todos dentro de la tableta».

Múltiples posibilidades

Para usar las tabletas, las familias tienen que comprar la licencia de los libros que supone un coste de alrededor de 90 euros. Con ese precio, los niños tienen acceso los libros de texto de todas las asignaturas en su versión digital. Estos libros son igual de manejables que los de papel, según detalla Cubí, ya que «puedes señalar, tomar anotaciones, subrayar e incluso a hacer ejercicios». Asimismo, la compra de esta licencia permite descargar el libro en cuatro dispositivos distintos por lo que pueden tenerlo en la tableta y el ordenador de casa. La principal ventaja es que «si el niño tiene padres divorciados no tiene que estar llevando la tableta de un lado para otro puede trabajar con ésta en el colegio y en su casa con el ordenador». Asimismo, Cubí explica que una vez que se ha descargado el libro digital «se puede trabajar con éste sin tener Internet en cualquier lugar». En este sentido, detalla que los niños que no tienen Internet en casa no tienen problemas para seguir el ritmo de clase «desde el centro le descargamos el libro y en casa ya puede trabajar». Sin embargo, para el director del centro esta no es la única bondad de aprender a través de las tabletas.

Todos los libros de texto se incluyen en una aplicación que es una plataforma a la que tienen acceso profesores, padres y niños. La herramienta, denominada Blinklearning, «permite la interactividad y conocer minuto a minuto el proceso de aprendizaje del niño». De esta forma, «se puede ver qué libros ha consultado o en qué momento». Además, para Cubí las tabletas permiten el acceso a otros recursos de una forma instantánea como vídeos, diccionarios, noticias «que aumentan la curiosidad del niño y sus ganas de aprender».

Control

El director indica que uno de los miedos de los padres es que los niños tienen acceso a múltiples contenidos «pero como con cualquier dispositivo informático las tabletas tienen control parental y también estamos los docentes para controlarlos». Es en este aspecto donde los profesores encuentran el reto. Cubí declara que «tenemos que dejar de que vean la tableta como un juguete». Sin embargo, asegura que desde que se implantó el programa «no hemos tenido ningún problema». De hecho, según explica el director, la motivación de los niños ha aumentado «y nos van diciendo nuevos usos de la tableta para aprender algo que nos permite a los docentes aprender con ellos y desarrollar las herramientas que tenemos en el proceso de enseñanza».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats