Cuando esté operativa al cien por cien, la desalinizadora será la segunda más grande del mundo en capacidad de producción. Está concebida para generar anualmente 80 hectómetros cúbicos la mitad de los cuales se destinarán al riego y los otros 40 al abastecimiento de municipios tanto de Murcia como de la provincia de Alicante.

Las obras comenzaron con gran polémica a principios de 2007. Incluso estuvieron paralizadas durante meses por un recurso ante el Tribunal Constitucional presentado por la Generalitat sobre la competencia para autorizarla, que ganó el Gobierno. A los 215 millones de euros de inversión en la obra que tenía un plazo de ejecución de 22 meses suma un gran retraso en su puesta en marcha, hay que sumar otros 82 que percibirá la Unión Temporal de Empresas liderada por Acciona, adjudicataria de la construcción, por la concesión durante 15 años de la explotación de la macroplanta. En total 297 millones de euros 50 de ellos aportados por la Unión Europea. Esta obra lleva aparejados varios proyectos de restitución territorial establecidos por ley que compensan el impacto de la planta en Torrevieja. Uno de ellos es la reurbanización de San Roque con una inversión de 5 millones de euros. El siguiente será el paseo del Dique de Poniente, otro pequeño paseo en la playa del Acequión y el paseo en la playa de Los Náufragos. D. P.