Tres jóvenes emprendedores de Almoradí han sembrado cerca de 3.000 metros cuadrados de cáñamo en una parcela de la huerta del municipio para investigar la rentabilidad que podría alcanzar este cultivo en la actualidad. Los implicados en este proyecto están convencidos de que si se conjugan las técnicas tradicionales de producción de esta fibra con la mecanización de ciertas tareas se puede obtener una interesante producción y sacar beneficios. De hecho, ya han contactado con varias empresas catalanas y almerienses que están dispuestas a adquirir la primera cosecha. Si el balance final resulta positivo, aseguran que están dispuestos a ampliar la superficie y reimpulsar la actividad que dio de comer a muchos pueblos de la Vega Baja durante décadas.

Los protagonistas de esta historia son Hilarión Pedauye, Jesús Clemente y Antonio Francisco Mazón. Ayer cedieron la parcela en la que han estado trabajando en los últimos meses cultivando esta fibra para que se pudiera organizar la I Siega Cultural de Cáñamo de Almoradí, una actividad impulsada por la Escuela de los Trabajos del Cáñamo, que tiene su sede en la vecina Callosa de Segura. Su director, Roque Albert, explica que han estado brindando apoyo a este trío de jóvenes emprendedores porque están convencidos de que la actividad puede ser rentable y sacar a muchas familias del paro en esta y otras comarcas.

Veteranos

El acto celebrado ayer en plena huerta del Segura consistía en una demostración de los trabajos conocidos como «jargolar» el cáñamo, que no es otra cosas que separar la fibra de la semilla, así como de la siega. La muestra corrió a cargo de un grupo de veteranos que antaño se ganaba el sueldo precisamente con la plantación y producción de esta fibra, personas mayores que recuerdan con añoranza las técnicas de trabajo tradicionales y que están dispuestas a colaborar con las nuevas generaciones interesadas en recuperar estos cultivos. Hasta el lugar se acercaron tres jóvenes ilicitanos que, de igual modo, están desarrollando plantaciones experimentales para dar con la clave de su rentabilidad y que están asociados a través de la empresa «Cáñamo y fibras naturales».

A la finca en la que se desarrolló la demostración de los trabajos se desplazaron también varios miembros del equipo de gobierno de Almoradí, entre ellos el alcalde, Antonio Ángel Hurtado, quien se animó a segar parte de la cosecha mediante el método tradicional.

Será a partir de mañana cuando los tres jóvenes almoradidenses empezarán a recoger la producción utilizando para ello una máquina segadora nunca antes utilizada para este trabajo. Su pretensión es seguir experimentando con distintas variedades y maquinaria hasta alcanzar la clave del éxito.