La concesionaria del depósito de vehículos retuvo durante buena parte de la mañana de ayer el coche de un vecino que acudió a retirarlo tras ser multado. Los empleados rechazaron entregárselo porque no podían acceder a las bases de datos de la Dirección General de Tráfico para confirmar si estaba asegurado, y no le dieron más alternativa que esperar a que se restablecieran las comunicaciones.

Sobre las nueve y media de la mañana Manuel Villagordo, comerciante y hostelero local, comprobó que la grúa se había llevado su coche, mal estacionado en una plaza de carga y descarga. La sanción, 60 euros. Cogió un taxi para llegar a las instalaciones del depósito, situadas en la periferia del casco urbano en el polígono Casa Grande, con el objetivo de recuperarlo de inmediato pero, cuando se dispuso a pagar el arrastre de 54,30 euros, los empleados le comunicaron que no podían entregárselo. «Un cambio de la legislación» les obligaba a comprobar si los coches en depósito están asegurados, antes de que sean retirados circular sin seguro está sancionado con 1.500 euros, y el enlace de la Policía Local con el servidor que puede ofrecer esos datos, estuvo ayer casi toda la mañana inhabilitado.

El afectado insistió en que el vehículo es una propiedad privada, que se había identificado es necesario el DNI o el carné de conducir y que no podían retenerlo. Pero como reza un dicho local, «si quieres arroz, Catalina». Cansado de esperar en el depósito a que se retomaran las comunicaciones, decidió coger otro taxi y se dirigió al Cuartel de la Guardia Civil dispuesto a presentar una denuncia. Los agentes le dieron una alternativa: ellos sí podían averiguar si su vehículo estaba asegurado. Hecha la comprobación lo comunicaron a la Policía y ésta al depósito de vehículos. El afectado tomó entonces otro taxi que le llevó de nuevo al depósito y por fin «liberaron» su coche.

Villagordo lamentó el trato recibido por parte del coordinador del depósito no tanto de la persona que atiende en ventanilla. Explicó que durante su larga espera exigió una hoja de reclamaciones y lo único que le dieron fue «un papel con un membrete de la empresa (Servicleop)» sin ninguna validez a efectos de reclamación. La adjudicataria «aseguró que no tenía otra cosa». El afectado se preguntaba ayer por qué los agentes que realizan el boletín de denuncia no comprueban sobre el terreno si el vehículo está asegurado y lamentó el afán recaudatorio de la concesionaria. La imposibilidad de acceder al servicio que permite realizar determinadas comprobaciones en bases de datos es, por otra parte, un contratiempo habitual en el trabajo diario de los agentes de la Policía Local.